El consejero andaluz de Justicia cuestiona que un dispositivo diseñado para proteger a víctimas de violencia de género haya sido adquirido siendo “una cuestión presupuestaria” y advierte que el sistema actual “no funciona” como el anterior.
El consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta de Andalucía, José Antonio Nieto, ha manifestado este viernes su profunda preocupación por el sistema de pulseras telemáticas antimaltrato que gestiona el Gobierno de España. Nieto ha mostrado su malestar por el hecho de que el dispositivo destinado a proteger a una víctima de violencia de género sea lo que, dijo, “se compra en Aliexpress”. Para él, “una cuestión presupuestaria no debe ser lo que determine” el cambio de un sistema que, según su criterio, funcionaba previamente.
En una entrevista radiofónica, Nieto recordó que la sustitución del sistema antiguo se justificó por el Gobierno por dos razones: que el dispositivo anterior tenía una patente israelí y que era más costoso; sin embargo, el nuevo sistema “no funciona” según él, mientras que el anterior sí lo hacía. Además, reprochó a la ministra que “no nos ha dicho cuántas mujeres están desprotegidas” ni cuántos dispositivos han fallado, y lamentó que la falta de respuesta obligue a quienes trabajan por la igualdad en Andalucía a “mantener la incertidumbre”.
El consejero aludió también a los fallos vinculados al sistema informático de seguimiento de agresores, conocido como VioGén, diciendo que en Andalucía “hay graves incidencias” en la comunicación de los números de teléfono de las víctimas, incidencia que prolonga “mucho tiempo” y repercute directamente en la inseguridad de las personas afectadas. Según su versión, la Junta ha tratado de “resolver discretamente” los problemas antes de hacerlos públicos.
En resumen, Andalucía pone en entredicho tanto la calidad técnica del dispositivo de control telemático como la transparencia del ministerio competente sobre las fallas del sistema. A juicio de Nieto, el cambio del equipo proveedor y la gestión del sistema constituyen “una cuestión política” que exige respuestas claras.








