El conflicto entre Kylian Mbappé y el Paris Saint-Germain (PSG) suma un nuevo capítulo este lunes, con una audiencia en el Consejo de Prud’hommes de París, equivalente al Juzgado de lo Social en España. Los abogados del delantero del Real Madrid reclaman al club parisino 55 millones de euros en salarios y primas no pagadas, además de solicitar la recalificación de su contrato, firmado en 2022, de temporal a indefinido.
El contencioso se remonta a 2023, cuando Mbappé notificó al PSG que no renovaría su contrato, que expiró en junio de 2024. El club reaccionó excluyendo al jugador de la gira por Japón y obligándolo a entrenar con los descartes. Semanas después, según el PSG, el futbolista acordó verbalmente renunciar a 55 millones de euros en primas y salarios, un punto que ahora está en disputa.
En mayo de este año, los abogados de Mbappé llegaron a embargar las cuentas del club, aunque la medida fue levantada por un tribunal que se declaró incompetente. Ahora, además de los pagos pendientes, se debate si el contrato de Mbappé debería considerarse indefinido. De prosperar esta recalificación, podría recibir no solo los salarios adeudados, sino también indemnizaciones adicionales por daños y perjuicios y responsabilidad civil, como ya ocurrió con Adrien Rabiot en un caso similar.
El Consejo de Prud’hommes decidirá en los próximos meses, pero la audiencia de este lunes es clave y podría sentar un precedente que afecte al modelo laboral francés en el deporte profesional. El PSG, por su parte, defiende que existió un acuerdo verbal en el que Mbappé renunció a las cantidades reclamadas, aunque no existe documentación firmada que lo confirme.








