La bombona de butano en España se ajustará por primera vez en varios meses con una bajada del aproximadamente 4% que comenzará a aplicarse desde el próximo martes, gracias a la caída en los costes logísticos y una leve mejora del tipo de cambio.
El precio de la bombona de butano experimentará un giro significativo con una caída del 4% aproximadamente, situándose en torno a los 15,46 €. Esta bajada rompe la tendencia al alza que se venía registrando y ofrece un pequeño respiro para miles de hogares que utilizan el gas licuado del petróleo (GLP) envasado como fuente energética.
El motivo principal del ajuste al baja se explica por la reducción de los costes del transporte marítimo (fletes) y una leve mejora del tipo de cambio del euro frente al dólar, factores que han permitido trasladar el ahorro al consumidor final. Aun cuando el coste de las materias primas se ha mantenido o incluso ha aumentado, estos otros elementos han tenido un impacto suficiente para provocar una revisión a la baja.
En España se consumen aproximadamente 64,5 millones de envases de GLP al año, lo que convierte el precio de la bombona en un indicador relevante de gasto doméstico y de política energética en zonas sin acceso al gas natural. El valor de la bombona está regulado y su actualización se realiza cada dos meses mediante resolución oficial. Además, cada ajuste está sujeto a un límite máximo del ±5% respecto al periodo anterior, lo cual hace que las variaciones sean moderadas pero constantes.
Para el usuario medio esta reducción significa un ahorro tangible en la factura mensual, especialmente durante los meses más fríos del año en los que la dependencia del GLP aumenta. Sin embargo, el alivio también plantea varios interrogantes: ¿mantendrá esta tendencia el precio a lo largo del invierno?, ¿volverán a subir los costes logísticos?, ¿y cómo influirá el comportamiento del mercado internacional del petróleo?
En resumen, esta bajada del precio del butano en España se presenta como una buena noticia puntual para el consumidor, pero recuerda que el coste final de la bombona dependerá de múltiples factores —materias primas, transporte, cambio de moneda, regulación—, por lo que conviene estar atentos a las próximas revisiones que podrían modificar de nuevo la tendencia.








