El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, protagonizó este miércoles uno de los momentos más incómodos de la sesión de control al Gobierno durante su enfrentamiento dialéctico con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. El líder de la oposición intentó rematar su intervención con una broma, pero el gesto terminó derivando en un lapsus que desató las risas del hemiciclo.
Feijóo criticaba la gestión del Gobierno a raíz de los casos de Ábalos y Cerdán y cuestionaba si Sánchez es capaz de gobernar sin estar asistido por “un presunto delincuente de confianza”. En ese contexto, afirmó que “gobernar no es vivir en el palacio, no es controlar la televisión pública ni el resto de las instituciones; esto ya lo superaron los españoles hace 50 años”, en referencia al aniversario de la muerte de Francisco Franco.
Entonces trató de introducir un juego de palabras con Anatomía de un instante, la serie basada en el libro de Javier Cercas sobre el fallido golpe de Estado del 23-F. Sin embargo, se trabó al intentar adaptar el título para aludir a los años de Sánchez en la Moncloa:
“Se va a rodar algún día una serie de televisión sobre sus años de presidente y se titulará Anotop… perdón”, alcanzó a pronunciar justo cuando se le agotó el tiempo y el micrófono se apagó.
El error provocó carcajadas inmediatas en el Congreso.
La rápida réplica de Sánchez
Al tomar la palabra, Pedro Sánchez inició su intervención con una alusión directa a ese patinazo:
“Entre sus virtudes no está ser un buen parlamentario. Y no por la forma en la que dice las cosas, sino por lo que dice: no propone nada”.
El presidente defendió la gestión de su Ejecutivo, destacando los datos de empleo y crecimiento económico:
“La izquierda no pide permiso ni perdón por gobernar. Ahí están los resultados: 22 millones de personas ocupadas, la economía que más crece en Europa y la reducción del déficit y la deuda pública”.
Sánchez también cargó contra la estrategia del PP en Madrid:
“Entiendo que ustedes tengan que apoyar a Ayuso; el primer punto del contrato que firmó con ella es la obediencia ciega”.
El episodio dejó uno de los momentos más comentados de la jornada parlamentaria, con el fallido “Anotop… perdón” como protagonista.














