El Gobierno de Pedro Sánchez ha sufrido otra derrota parlamentaria este jueves en el Congreso de los Diputados, que ha rechazado la senda de déficit propuesta por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El rechazo de esta medida, que era el primer paso para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, llegó tras el voto en contra de Junts, que se unió a PP, Vox y UPN, sumando un total de 178 votos negativos. Por su parte, 164 diputados votaron a favor y cinco se abstuvieron, entre ellos miembros de Podemos y la diputada de Compromís, Águeda Micó, quien se pasó al Grupo Mixto.
El voto en contra de Junts, el partido catalán que ya se ha instalado en una postura de bloqueo hacia el Ejecutivo de Sánchez, fue decisivo para el resultado. Si los postconvergentes se hubieran abstenido, la posibilidad de sacar adelante la senda de déficit habría sido real. Sin embargo, el Gobierno no intentó sumar apoyos de último minuto, lo que dejó al presidente Sánchez con poco margen para maniobrar.
El rechazo a la senda de déficit llega en un momento especialmente delicado para el Gobierno, ya que, al mismo tiempo, el Congreso está pendiente de la situación judicial del exministro socialista José Luis Ábalos, quien se encuentra en el Tribunal Supremo para declarar en una causa que podría llevarle a prisión. Ábalos, quien fue número dos del PSOE, no pudo votar en la sesión, lo que sumó aún más incertidumbre política a la jornada.
A pesar de la contundente derrota, fuentes del Gobierno habían anticipado que la votación se daba prácticamente por perdida desde principios de semana. En el año anterior, el Gobierno renunció a presentar los Presupuestos tras el rechazo de la senda de déficit, y esta vez, aunque la derrota se considera un golpe, María Jesús Montero mantiene que sigue con la intención de presentar los Presupuestos de 2026. Sin embargo, no podrá hacerlo antes de 2026, ya que el calendario parlamentario no lo permite, lo que dejará al Ejecutivo con las cuentas de 2023, aprobadas en 2022, durante todo el próximo año.
Desde Moncloa, lamentaron la decisión del Congreso, señalando que la votación en contra perjudica a las comunidades autónomas, que se verán privadas de 5.485 millones de euros en margen fiscal para financiar servicios básicos como sanidad, educación y servicios sociales. El Gobierno culpó al PP de votar en contra de más recursos para las autonomías, acusando a los populares de priorizar sus intereses políticos sobre el bienestar de las regiones gobernadas por ellos mismos.
Aunque el rechazo de la senda de déficit no significa que los Presupuestos estén completamente descartados, la derrota certifica la creciente dificultad de Sánchez para reunir una mayoría parlamentaria estable. Sin apoyo de Junts y con la constante oposición de PP y Vox, el Gobierno se enfrenta a una crisis de gobernabilidad que podría prolongarse hasta bien entrado 2026, lo que deja en el aire el futuro económico de España.
















