El domingo, las fuerzas estadounidenses interceptaron el buque Bella 1, propiedad de una empresa panameña y con bandera de Guyana, cuando se aproximaba a las costas venezolanas, sumándose al superpetrolero Centuries, confiscado el día anterior. La operación forma parte de la denominada Ofensiva Lanza del Sur, según reportó la agencia Reuters.
El Bella 1 figura en la lista de barcos sancionados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Horas antes, Pete Hegseth, secretario de Guerra estadounidense, aseguró que la estrategia de Washington para presionar al gobierno de Nicolás Maduro «continuará hasta que la empresa criminal de Maduro devuelva todos los activos estadounidenses robados. La violencia, las drogas y el caos no dominarán el hemisferio occidental».
La Casa Blanca detalló que el Centuries, que transportaba 1.9 millones de barriles de petróleo con destino a China, operaba bajo bandera falsa como parte de la “flota fantasma” venezolana, destinada a traficar crudo para financiar al régimen chavista. «El buque cisterna transportaba petróleo de Petróleos de Venezuela (PDVSA), empresa sancionada», afirmó Anna Kelly, portavoz de la Administración Trump.
No es la primera vez que EEUU actúa de esta manera: hace 11 días, el petrolero Skipper, con crudo venezolano y tripulación rusa, fue confiscado mientras se dirigía a Cuba.
El gobierno de Maduro calificó la operación como un «robo y secuestro de un buque privado» y denunció la desaparición forzada de su tripulación. Según la organización Foro Penal, actualmente hay 902 prisioneros políticos en Venezuela, de los cuales cerca de un centenar han permanecido en desaparición forzada durante meses.
En respuesta, Irán ofreció al régimen chavista colaborar para combatir lo que calificó como “piratería y terrorismo internacional”. Mientras tanto, las fuerzas venezolanas habían escoltado al Centuries hasta aguas internacionales, pero no pudieron evitar su incautación cerca de Barbados.
El gobierno venezolano anunció que llevará el caso al Consejo de Seguridad de la ONU en la reunión del próximo martes, advirtiendo que “estos actos no quedarán impunes”.
















