La lucha contra el narcotráfico en Galicia ha dado un golpe histórico. Por primera vez, las Fuerzas de Seguridad consiguieron detener a los tripulantes de un narcosubmarino que arribó a la costa gallega cargado con 3,6 toneladas de cocaína.
La operación, bautizada como Saoan y desarrollada de forma conjunta por la Policía Nacional y la agencia estadounidense DEA, se saldó con 14 arrestados en varias localidades de las comarcas de Barbanza y O Salnés. Doce de ellos han ingresado ya en prisión acusados de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
Los tres tripulantes del semisumergible, que cruzaron el Atlántico para entregar la droga, protagonizaron una huida insólita: tras llegar a tierra en una planeadora y ser descubiertos, fingieron ser peregrinos y trataron de escapar en un taxi con las ropas aún empapadas. Finalmente fueron interceptados y detenidos.
La investigación comenzó en agosto, cuando se detectó en Outes (A Coruña) una red asentada que preparaba embarcaciones de gran potencia para transportar cocaína a gran escala. El 13 de septiembre, los investigadores siguieron la pista de varias lanchas rápidas que salieron del puerto de O Freixo y desplegaron un dispositivo de vigilancia a lo largo de la costa de Arousa Norte.
La colaboración del Servicio de Gardacostas de la Xunta resultó clave, al detectar indicios de un posible hundimiento cerca de la costa. En tierra, la persecución a los vehículos utilizados para mover la droga culminó con la incautación de fardos de cocaína, mientras que el grueso de la mercancía fue hallado al día siguiente en la playa de Niñeiriños, en A Pobra do Caramiñal, oculto bajo una lona.
En total, se realizaron 18 registros en localidades como Vigo, Cambados, Sanxenxo, Ribeira, Serra de Outes o Noia. Además de la droga, las autoridades incautaron 54.680 euros en efectivo, dos embarcaciones, cinco vehículos, un remolque, 33 teléfonos móviles, equipos de comunicación y diversa documentación.
Con esta operación, Galicia suma un nuevo hito en la lucha contra el narcotráfico, al lograr no solo interceptar el alijo, sino también detener a los tripulantes del narcosubmarino, hasta ahora siempre fugados tras arribar a la costa.