Una decena de militantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que aseguran haber sufrido comportamientos machistas dentro de la organización están barajando hacer públicos los nombres de sus presuntos agresores después de sentir que los mecanismos internos del partido no han respondido con la contundencia esperada.
Las fuentes consultadas señalan que estas mujeres, que utilizaron los canales internos habilitados por el PSOE para denunciar conductas de acoso o trato degradante, se enfrentan a un clima de desconfianza ante la gestión de sus casos. Según dichos testimonios, la percepción de inacción o lentitud en la respuesta por parte de algunos órganos del partido ha alimentado la idea de que una exposición pública podría ejercer más presión y visibilizar sus situaciones.
Estos movimientos se producen en medio de una crisis interna en el PSOE por múltiples denuncias de acoso y machismo, que han provocado incluso dimisiones de cargos y debates públicos sobre la cultura interna de la formación. Recientemente, el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, presentó su dimisión tras las acusaciones de acoso sexual de varias mujeres que fueron difundidas en un programa de televisión; aunque él negó los hechos, dejó sus cargos institucionales y orgánicos para “no perjudicar” al partido.
El malestar en el PSOE también se ha reflejado en otras denuncias de alto perfil, como el caso de una concejala en Torremolinos, que relató haber sufrido acoso sexual reiterado por parte de un secretario local del partido, lo que la llevó a llevar el caso ante la Fiscalía tras sentirse poco respaldada internamente.
La polémica ha generado reacciones de diversas figuras socialistas, así como debates intensos sobre la eficacia de los protocolos internos de igualdad y protección frente a conductas machistas. Algunos sectores dentro del partido y colectivos feministas han exigido medidas más estrictas y mayor transparencia para evitar que estas situaciones se repitan y que las afectadas se sientan obligadas a hablar públicamente para ser escuchadas.
Por su parte, la dirección federal del PSOE ha reiterado su compromiso formal con la igualdad de género y contra la violencia machista, aunque admite que la gestión de algunos casos dejó expectativas insatisfechas y que encara una revisión de los mecanismos de atención y apoyo a las víctimas, con el objetivo de reforzar la confianza en sus procedimientos internos.
















