Madrid acoge la cuarta edición del festival de cine FiSahara, un evento clave para visibilizar la resistencia del pueblo saharaui.
Madrid se convierte, del 6 al 8 de noviembre, en el epicentro de la cultura saharaui con la celebración de la cuarta edición del festival de cine FiSahara. Bajo el lema «Resistir es vencer», el festival pretende no solo proyectar cine y arte sobre la realidad del Sáhara Occidental, sino también rendir homenaje a la lucha histórica por la autodeterminación de este territorio ocupado por Marruecos desde 1975.
FiSahara: un festival de resistencia y cultura
FiSahara, un evento único en su género, llega a Madrid con una programación cargada de proyecciones cinematográficas, mesas redondas, exposiciones y actividades culturales que giran en torno a la identidad y la lucha del pueblo saharaui. El festival, que lleva más de 15 años de existencia, se ha consolidado como un espacio fundamental para sensibilizar sobre la situación política y humanitaria del Sáhara Occidental.
Este año, FiSahara coincide con el 50º aniversario de la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, lo que otorga una mayor relevancia a la edición de 2025. La cita se presenta como una oportunidad para reflexionar sobre el sufrimiento, la resistencia y la capacidad de los saharauis para mantenerse firmes frente a décadas de adversidad.
Un homenaje a la lucha saharaui
El festival también es un homenaje a la música, el arte y la resistencia del pueblo saharaui, y en esta edición rinde un especial tributo a Mariem Hassan, la icónica cantante saharaui, conocida por su música que ha sido bandera de lucha y reivindicación. Durante los tres días de actividades, se exhibirán obras de cine, arte y fotografía que reflejan la rica cultura saharaui, así como la resiliencia de quienes han vivido el exilio y la opresión.
Cine como herramienta de denuncia y sensibilización
El cine tiene un papel fundamental en el festival. En su programación se incluyen varios documentales y cortometrajes de autores saharauis y otros cineastas internacionales que abordan la situación del pueblo saharaui y su lucha por la autodeterminación. Entre los filmes proyectados, destacan aquellos que dan voz a los refugiados en los campamentos de Tinduf (Argelia), donde miles de saharauis viven desde hace más de 40 años en condiciones precarias.
Aminetu Haidar: la voz del pueblo saharaui
Una de las invitadas más destacadas de esta edición es Aminetu Haidar, defensora de los derechos humanos y activista saharaui, conocida como la «Gandhi saharaui». Haidar es símbolo de la resistencia pacífica del pueblo saharaui y su figura ha sido fundamental en la denuncia de las violaciones de derechos humanos en el Sáhara Occidental. Su participación en el evento promete dar un testimonio valioso de la lucha por la autodeterminación y la justicia para los saharauis.
FiSahara en el contexto actual
La relevancia de FiSahara no solo radica en ser un festival de cine, sino en su capacidad para visibilizar una de las luchas más largas y olvidadas del siglo XX y XXI. A pesar de la aparente falta de atención internacional, el pueblo saharaui sigue siendo un ejemplo de dignidad y lucha por la autodeterminación. La celebración de este festival en Madrid pone de relieve la necesidad de no olvidar la situación del Sáhara Occidental, un conflicto que, más de 40 años después, sigue sin resolverse.
FiSahara y su impacto cultural
Además de la proyección de cine, el festival se convierte en un punto de encuentro para activistas, artistas y ciudadanos interesados en la causa saharaui. Los asistentes tienen la oportunidad de conocer de cerca las historias de resistencia, así como las tradiciones culturales que definen la identidad saharaui. Las actividades programadas en esta edición incluyen exposiciones fotográficas, charlas sobre los derechos humanos en el Sáhara y la situación de los refugiados saharauis, y un espacio para el encuentro y el diálogo entre distintas comunidades.
Una edición de recordatorios y retos
El festival de este año tiene una doble función: por un lado, celebrar la resistencia cultural del pueblo saharaui y su capacidad para mantener viva su identidad a través del arte, y por otro, recordar que la lucha por la autodeterminación sigue siendo un reto pendiente para la comunidad internacional. A lo largo de su historia, FiSahara ha sido un reflejo de esa resistencia, una llamada de atención sobre la necesidad de una solución política que garantice el derecho del pueblo saharaui a decidir su futuro.



