La Santa Sede ha anunciado formalmente la aceptación de la renuncia presentada por monseñor Zornoza, quien se desempeñaba como obispo en una diócesis importante dentro de la Iglesia Católica. Esta decisión marca el fin de una etapa significativa en su vocación pastoral y administrativa.
Monseñor Zornoza, cuya trayectoria ha estado marcada por un firme compromiso con su comunidad, puso a disposición su cargo en consonancia con las normas canónicas que regulan la edad y las responsabilidades episcopales. Su renuncia, presentada conforme a lo establecido en el Código de Derecho Canónico, fue aceptada luego de una evaluación y diálogo con las autoridades vaticanas.
Durante su ministerio, el prelado destacó por impulsar diversas iniciativas orientadas a fortalecer la fe, mejorar la estructura parroquial y promover la solidaridad social entre sus fieles. Su liderazgo fue reconocido tanto en círculos eclesiásticos como en la sociedad civil, siendo un referente para muchos.
La aceptación de su renuncia abre un proceso de transición que la Santa Sede llevará a cabo con suma prudencia, buscando garantizar que la diócesis continúe desarrollando sus actividades pastorales y comunitarias sin interrupciones. Mientras tanto, se designará un administrador apostólico temporal para garantizar el funcionamiento ordinario de la diócesis.
El Papa ha expresado su gratitud a monseñor Zornoza por sus años de dedicación y servicio, destacando su entrega y el compromiso mostrado en todas las áreas de su labor eclesial. Además, ha invitado a la comunidad a orar por la salud y bienestar del obispo emérito.
Es importante señalar que la renuncia del obispo no implica el retiro total de su vida sacerdotal. Monseñor Zornoza seguirá participando en actividades pastorales y apoyando con su experiencia a las nuevas autoridades diocesanas cuando sea requerido.
La diócesis afronta ahora la tarea de recibir a un nuevo obispo que continúe con el legado y retos que dejó su predecesor. El proceso de selección será cuidadosamente realizado por la Congregación para los Obispos, siguiendo los criterios de idoneidad pastoral, espiritual y administrativa.
Finalmente, la comunidad religiosa y laicos han expresado palabras de apoyo y gratitud hacia monseñor Zornoza, reflejando el impacto positivo que su ministerio ha tenido en sus vidas y en la evangelización local. Este cambio supone un momento de reflexión sobre el camino recorrido y la mirada hacia el futuro de la iglesia en esa región.







