La Policía Nacional ha identificado ya a un hombre, descrito por las víctimas como un extranjero de entre 30 y 40 años, que habría estafado miles de euros a decenas de personas simulando ser propietario de varios pisos turísticos en Madrid. Aunque su identidad está confirmada, todavía no se ha producido su detención.
El estafador actuaba con una estrategia tan simple como eficaz: alquilaba viviendas por pocos días a través de Airbnb y, en cuanto tenía acceso, comenzaba a ofertarlas en portales inmobiliarios como si fueran de su propiedad. Las visitas, que él mismo realizaba con una actitud afable y segura, se convertían en el anzuelo perfecto para jóvenes que buscan desesperadamente vivienda en la capital.
Una estafa milimetrada
Irene, de 25 años, fue una de las afectadas. Tras visitar un luminoso piso cercano a Las Ventas el pasado 20 de junio, ella y una amiga decidieron reservarlo por 2.400 euros. El supuesto propietario les facilitó un contrato de reserva y hasta una foto de un DNI que, según ha averiguado la Policía, era robado y modificado con su imagen.
La reserva debía formalizarse el 10 de julio, pero diez días después del pago, las jóvenes dejaron de recibir respuesta. Buscando en redes profesionales, descubrieron que la identidad que les había mostrado pertenecía a un ciudadano de Valencia sin relación con la vivienda ni con la operación.
“El dinero duele, pero lo que más miedo me da es qué puede hacer con nuestros datos personales”, explica Irene, que ya ha alertado a su banco ante posibles movimientos fraudulentos.
Un patrón repetido por toda la ciudad
La investigación apunta a que el timador habría utilizado el mismo método en pisos situados en Centro, Chamartín y Ciudad Lineal, acumulando al menos una decena de víctimas y un botín que podría rondar los 25.000 euros. Su modo de actuar incluía detalles para ocultar pistas: vestía siempre camisas largas, incluso en pleno verano, y evitaba ser grabado durante las visitas.
Varias víctimas coinciden en que hablaba perfectamente español, aunque su acento no permitía diferenciar si era de origen marroquí o procedente de algún país de Europa del Este.
Un golpe más en el mercado tensionado de alquiler
Este caso se suma a un incremento de estafas vinculadas al mercado del alquiler en Madrid, donde la elevada demanda facilita el trabajo de delincuentes que explotan la urgencia y la falta de oferta real.
La Policía continúa recabando denuncias y trabaja en su localización. Mientras tanto, los agentes recomiendan extremar las precauciones, evitar pagos antes de formalizar contratos verificados y desconfiar de supuestos propietarios que operen con prisas o documentos dudosos.









