Esta cultura no aparece en un vacío, todo lo contrario, bebe de todas las influencias culturales mundiales, lo cual, a la par que genera nuevo contenido sobre esos imaginarios sociales, descubre a estos referentes a nuevas personas que no podrían haber disfrutado de ellos si no fuese por la red, formando así nuevos nichos de consumo.
En el momento en el que escribo esto, llevaré aproximadamente dos años consumiendo los productos de uno de estos nichos.
Se trata, nada menos, que del Citypop, en un breve resumen, el Citypop es un género musical que surgió en los años 70’ en Japón, un género de pop muy blanco, donde las letras hablaban de noches de fiesta, playas bonitas y diversión en un Japón, donde un boom económico llenaba de optimismo al país.
En los 90’ la burbuja económica del país explotó, llevándose con ella el optimismo y los sueños de prosperidad económica. Arrastrando con ellos el género musical, que cayó en el olvido por que ya nadie creía sus fiestas ni sus playas bonitas, pero que se convirtió en el género que definió a una generación y una época.
Hace dos años encontré un vídeo en Youtube una joven chica japonesa adornaba la miniatura y fondo del vídeo, llevaba por título “Mariya Takeuchi – Platic Love”, cliqué por mera curiosidad y escuché, pero no entendí. No entendía nada excepto las pocas frases que se dicen en ingles durante la canción, pero lo que tampoco entendía era lo que esta canción me hacia recordar.
Tras escucharla varias veces seguí investigando, llegué a otros temas del mismo género “1984” de Junko Yagami, “Last Summer Whisper” de Anri y otro gran número de canciones de los que no entendía ni una sola palabra, pero por algún extraño motivo me hacían recordar.
Me hacían sentir nostalgia por aquellos veranos que pasé en las playas de japón en los 80’, cuando me juntaba con mi grupo de amigos y nos pasábamos las noches conduciendo por el país del sol naciente, saltando de fiesta en fiesta y viendo atardeceres sentados en la arena mientras escuchabamos “Bay City” de Junko Yagami.
El único problema que había es que esos veranos jamás existieron, Nací en los 90’, nunca he ido a Japón, no tengo el carnet de conducir y la única playa que he pisado con mis amigos está en Orihuela de Mar. Esta música me hace sentir nostálgico por algo que jamás he vivido.
Tras más búsquedas en Internet dí con esta comunidad, gente que ,como yo, había descubierto este género gracias a la red. Y resultó que no estaba solo, todos encontraban esta sensación de paz, de nostalgia por unos tiempos más felices, pero que nunca vivieron.
No dejo de buscar el porqué, no puedo estar más distanciado de este género, tanto temporal como geográficamente, y sin embargo me produce una sensación que engancha. ¿Por qué algo que nunca viví me produce tanta paz?
Desde hace unos años soy más consciente de lo que ocurre en el mundo, salir de la burbuja de la adolescencia y entrar en la adultez me ha hecho ver el panorama mundial de otra manera, una mucho mas cínica.
Quizás esa consciencia que nos muestra como el mundo se consume entre guerras, políticos ineptos y calentamiento global nos ha hecho buscar paz en otros tiempos mas prósperos, que jamás conocimos, pero por los cuales sentimos nostalgia. Quizás en este mundo, en el que a la juventud se nos ha robado la oportunidad de soñar con un futuro próspero, lo único que nos quede es mirar atrás en busca de un refugio, en busca de un pasado en el que todo fuese más fácil, aunque este pasado no exista.
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