El tradicional mensaje navideño del rey Felipe VI, emitido desde el Palacio Real de Madrid, ha vuelto a generar un amplio abanico de reacciones políticas. Mientras el PSOE y el PP destacaron los valores compartidos en la Transición y la defensa de la Constitución, otros partidos como Sumar, Podemos y los grupos independentistas expresaron su desaprobación.
Cristina Narbona, presidenta del PSOE, respaldó la advertencia del monarca sobre las amenazas a los logros de la Transición “por extremismos y populismos” y destacó su compromiso con la ejemplaridad en la acción pública. Narbona también coincidió con el Rey en la preocupación por la vivienda, el coste de la vida, los cambios tecnológicos y la emergencia climática.
Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, valoró el mensaje como un llamado a la “convivencia” y a la defensa de la Constitución y de Europa como garantes de libertad y prosperidad. Otros dirigentes populares, como Juanma Moreno, María Guardiola y Fernando López Miras, manifestaron su apoyo al discurso, calificándolo de “sereno y oportuno”. Isabel Díaz Ayuso subrayó el recordatorio del Rey de que “la convivencia no es un legado imperecedero”.
En cambio, los socios de investidura del Gobierno y fuerzas a la izquierda del PSOE criticaron el mensaje. Verónica Martínez Barbero, de Sumar, lo calificó de “decepcionante” por no abordar temas como la desigualdad y la crisis de la vivienda. Enrique Santiago, secretario general del PCE, lamentó la ausencia de referencias a asuntos internacionales graves.
Podemos también se mostró crítico: Ione Belarra acusó al Rey de realizar un discurso “plagado de lugares comunes” y sin referencias a la dictadura, mientras Irene Montero afirmó que el mensaje favorece a la derecha.
Los partidos independentistas y nacionalistas del País Vasco y Cataluña también expresaron su rechazo. Gabriel Rufián (ERC) satirizó el mensaje en redes, y Jordi Turull (Junts) lo calificó de “extremista y radical contra la convivencia democrática”. EH Bildu criticó la institución monárquica y los “sermones” del Rey, y la portavoz del PNV, Maribel Vaquero, recordó la necesidad de transparencia histórica sobre la Transición.
Como cada año, el mensaje de Felipe VI reavivó la división política en torno al papel de la monarquía, con elogios desde los partidos tradicionales y críticas desde formaciones de izquierda y nacionalistas.


















