La crisis diplomática entre España e Israel se ha intensificado después de que el Ejecutivo israelí anunciara la prohibición de entrada a las ministras españolas Yolanda Díaz y Sira Rego. En paralelo, acusó al Gobierno de Pedro Sánchez de “antisemita” y “corrupto”, lo que ha provocado una dura respuesta por parte de Madrid.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español llamó a consultas a la embajadora en Tel Aviv como señal de protesta y subrayó que España “no se dejará amedrentar” ante lo que considera un ataque directo a la soberanía y dignidad de sus instituciones.
La decisión de Israel supone un nuevo episodio en el deterioro de las relaciones bilaterales, que ya habían mostrado signos de tensión en los últimos meses a raíz de la postura española respecto al conflicto en Oriente Medio.
Fuentes diplomáticas españolas insisten en que se mantendrá una línea “firme y coherente” en política exterior, mientras que en el ámbito internacional varios observadores advierten de que esta escalada podría tener repercusiones en las relaciones de la Unión Europea con Israel.