El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió este lunes que Hamas “pagaría caro” si no cumple con el desarme acordado en el plan de paz del 10 de octubre, durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Florida.
Trump destacó que la reconstrucción de Gaza comenzará pronto, pero condicionó cualquier avance al cumplimiento estricto del desarme por parte de la organización palestina. “Si no se desarman, lo pagarán caro”, señaló, sin especificar plazos, y añadió que existen países dispuestos a “acabar” con ellos.
Por su parte, Netanyahu reiteró que la liberación del rehén Ran Gvili, el único de los 254 secuestrados que queda por liberar desde octubre de 2023, es condición indispensable para avanzar en la siguiente fase del plan de paz. Durante la reunión, Netanyahu reforzó la relación con Trump otorgándole el premio Israel, el galardón más importante del país, por su “enorme contribución a Israel y al pueblo judío”.
El encuentro estuvo marcado por elogios mutuos y declaraciones de respaldo incondicional. Netanyahu aseguró que “Israel nunca ha tenido un amigo como el presidente Trump en la Casa Blanca”, mientras que el mandatario estadounidense calificó al primer ministro israelí de “héroe de guerra” y aseguró que Israel sería “débil o incluso inexistente” sin su liderazgo.
La agenda también abordó la situación de Irán y su posible rearme nuclear. Trump declaró que “si Irán intenta fortalecerse, debemos detenerlos” y amenazó con “destruirlos por completo” si fuera necesario, aunque aclaró que actualmente no contempla un cambio de régimen ni más ataques sobre el país.
El plan de paz, promovido por Washington, contempla la reconstrucción de Gaza, la desmilitarización de Hamas, la creación de un consejo de paz supervisado por Estados Unidos y la instalación de un comité palestino “tecnocrático y apolítico” para la gestión diaria de la franja. Sin embargo, las tensiones persisten: Israel ha violado el alto el fuego 969 veces según autoridades de Gaza, mientras Hamas continúa lanzando cohetes hacia territorio israelí.
Con un acuerdo aún frágil, la presión sobre Netanyahu aumenta, tanto por la situación política interna como por las expectativas internacionales sobre su disposición a cumplir con todas las fases del plan de paz.


















