La ruptura entre Vox y la organización juvenil Revuelta ha destapado una crisis interna que preocupa a la cúpula del partido. No solo se trata del intento fallido de controlar e integrar a Revuelta en el sindicato Solidaridad, sino también del creciente protagonismo de Vito Quiles, activista que fue candidato a eurodiputado por Se Acabó La Fiesta (SALF) en 2024, y que está captando cada vez más apoyo entre los jóvenes de 18 a 35 años.
Según audios a los que ha tenido acceso EL MUNDO, Montserrat Lluis, secretaria general adjunta de Vox y cercana a Santiago Abascal, expresó su urgencia por “arreglar” la situación de Revuelta para no dejar un espacio libre a Quiles. “Debemos solucionarlo con urgencia, porque estamos dejando un espacio que no nos podemos permitir”, señala Lluis en la conversación con Pablo González Gasca, secretario general de Revuelta.
Los audios reflejan además la preocupación de Vox por las presuntas irregularidades contables de Revuelta, que opera formalmente como la asociación Asoma. La organización habría recibido donaciones que, según temen desde Vox, no habrían sido destinadas íntegramente a las acciones previstas y podrían no haber tributado correctamente.
Durante la reunión en la sede de la fundación Disenso, González Gasca subraya que Quiles se está haciendo un “tour por las universidades de España”, a lo que Lluis responde señalando el riesgo que ello supone para el partido. También se discute la posibilidad de intentar atraer a parte del movimiento juvenil de Quiles hacia Vox, aunque sea de manera indirecta.
La crisis ha tenido consecuencias directas: Vox ha denunciado a Revuelta, y la organización se ha dividido entre quienes permanecen vinculados al partido y quienes se desmarcan de él, dejando un escenario de tensión y fragmentación en el espacio juvenil de la derecha española.














