El archivo de la denuncia de la asociación Amama por un presunto borrado de pruebas en el sistema informático del Servicio Andaluz de Salud (SAS) no ha modificado la postura del PSOE ni de las formaciones situadas a su izquierda durante la sesión de control celebrada en el Parlamento andaluz.
Tanto los socialistas como Por Andalucía y Adelante Andalucía evitaron referirse al revés judicial sufrido por Amama, a la que apoyaron públicamente, y rechazaron pedir disculpas a los profesionales sanitarios, a pesar de que así lo reclamó el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.
El tono del debate fue especialmente duro por parte del PSOE. Su portavoz, María Márquez, instó a Moreno a disculparse ante las mujeres afectadas por cáncer de mama, aunque la Fiscalía haya determinado que no existió eliminación ni alteración de documentos en el sistema sanitario público. Márquez recordó el caso de una de las integrantes de Amama que había acudido días antes al Parlamento y que responsabilizó al presidente de la Junta de haberle “arruinado la vida”.
“El PSOE seguirá estando al lado de las mujeres”, afirmó la portavoz socialista, subrayando que el archivo de la causa no cambia la posición de su partido en relación con la asociación.
Uno de los momentos más tensos se produjo en el enfrentamiento entre Moreno y la líder de Por Andalucía, Inma Nieto. La diputada defendió que la inexistencia de delito no implica que las denunciantes mintieran. “Que no sea delito no quiere decir que las mujeres mintieran”, señaló, insistiendo en que no considera necesario pedir disculpas.
Moreno respondió exigiendo a Nieto que pidiera perdón a los profesionales sanitarios, a quienes, según dijo, se puso injustamente en duda. El presidente de la Junta acusó a la líder de Por Andalucía de haber contribuido a desacreditar el trabajo de miles de trabajadores del sistema público de salud, señalando que la Fiscalía ha concluido que los expedientes se mantienen íntegros.
Más allá del conflicto sanitario, la sesión parlamentaria también estuvo marcada por acusaciones cruzadas en materia de corrupción, con referencias al llamado ‘caso mascarillas’ en Almería y a los problemas judiciales que afectan al PSOE a nivel nacional. El debate estuvo impregnado de un clima de precampaña, a la espera de que se concrete la fecha de las próximas elecciones autonómicas.














