El PSOE ha celebrado en X (Twitter) la elección de Pedro Sánchez como “persona del año” según el medio italiano L’Espresso, pero la publicación ha provocado más carcajadas que aplausos. La coincidencia del nombre de la revista con la fonética de “El Pres(o)” ha desatado la ironía en redes, convirtiendo el anuncio en un festival humorístico que el propio partido no vio venir.
Un tuit que aspiraba a épico… y terminó siendo cómico. El PSOE compartió con orgullo que Pedro Sánchez había sido proclamado “persona del año” por la revista italiana L’Espresso. Lo que quizá no esperaban era que el foco no se centrara en el reconocimiento, sino en la extraña —y tentadora— coincidencia lingüística del nombre del medio. Las redes no tardaron ni un minuto en transformar “L’Espresso” en “El Pres(o)”, y con ello, la solemnidad del tuit se convirtió en una autopista abierta al humor político.
Porque si hay algo que las redes no perdonan es la casualidad perfecta. El nombre de la revista italiana, que en su idioma evoca el café rápido, en castellano resonó inevitablemente como un titular alternativo: “La revista El Pres(o) nombra persona del año a Pedro Sánchez”. Y claro, con la actualidad judicial, las polémicas políticas y el desgaste institucional, la ironía se convirtió en el plato principal del día.
El intento del PSOE de vestir el anuncio como un logro global terminó siendo interpretado por muchos como un acto de autobombo desesperado, una medalla que pretende compensar un clima político donde las críticas superan con mucho a los aplausos. Mientras en el tuit se hablaba de liderazgo internacional, en los comentarios se hablaba de cafés, prisiones imaginarias y hasta de un futuro reality llamado “El Pres(o) 2025”. La creatividad de las redes, una vez más, arrasó con la narrativa oficial.
Buena parte de la reacción ciudadana se centró en otro matiz: la percepción de que este tipo de reconocimientos, provenientes de medios extranjeros con escaso eco en España, se utilizan como herramientas propagandísticas más que como logros reales. Para los críticos, el anuncio del PSOE sonó más a autofelicitación partidista que a reconocimiento profundo. Para otros, simplemente fue una oportunidad magnífica para bromear con el doble significado.
El remate final llegó cuando usuarios de X difundieron montajes del supuesto “portadón” de El Pres(o), una revista ficticia que —según las bromas— entregaría cada año el premio al político más polémico del panorama europeo. La conclusión era evidente: lo que pretendía ser un día de gloria comunicativa acabó siendo un día de gloria… para los memes.
El reconocimiento de L’Espresso puede gustar más o menos, pero lo innegable es que el PSOE, en su intento de proyectar grandeza internacional, abrió sin querer la puerta a uno de los juegos de palabras más divertidos de la temporada. Porque al final, en la España actual, ningún anuncio está completo sin su correspondiente meme. Y este, sin duda, pasará a la historia como el día en que L’Espresso se convirtió en El Pres(o).















