La AD Ceuta afronta este domingo una exigente salida a Anoeta para medirse a la Real Sociedad B, en un duelo marcado por el buen momento del conjunto caballa y por una semana atípica en el seno del filial donostiarra. Los ceutíes llegan a San Sebastián con la ambición de seguir consolidándose en la zona alta de la clasificación y confirmar que su sueño de ascenso es cada vez más real.
El encuentro se disputará en un contexto singular para la Real Sociedad B, inmersa en un particular reajuste interno de banquillos. Ion Ansotegi, técnico habitual del filial, ha ejercido esta semana como entrenador interino del primer equipo tras el cese de Sergio Francisco, aunque este domingo será Jon Gorrotxategi quien dirija al Sanse ante el Ceuta. Un relevo temporal que no altera el objetivo de los donostiarras, reforzados anímicamente tras el contundente triunfo por 0-3 en Riazor.
Desde el punto de vista deportivo, el Ceuta vive un 2025 histórico. Tras lograr el ascenso a Segunda División, el equipo de José Juan Romero ha completado una notable adaptación a la categoría y suma 26 puntos cuando aún restan tres jornadas para cerrar la primera vuelta. Un bagaje que ha colocado al conjunto caballa muy cerca de los puestos de ‘play-off’, algo impensable hace apenas dos temporadas.
La Real Sociedad B, por su parte, busca recuperar la solidez en Anoeta tras perder su condición de invicto como local frente al Sporting. El filial encara el choque con la necesidad de sumar para alejarse de la zona de descenso, lo que anticipa un partido de máxima exigencia para los visitantes. El árbitro valenciano Fuentes Molina impartirá justicia, con Milla Alvendiz al frente del VAR, en un enfrentamiento inédito entre ambos equipos.
El Ceuta contará además con un aliciente especial: el regreso de Yago Cantero al estadio donde se formó durante varias temporadas. El central, que militó en el Sanse en la campaña 2023-24, se ha consolidado como una pieza importante en la zaga caballa, donde compite por un puesto junto a Carlos Hernández y Diego González. Más de un centenar de aficionados acompañarán al equipo en un largo desplazamiento que incluirá ferry, autobús y avión, una logística ya habitual para la expedición ceutí.
Con la ilusión intacta y el respaldo de su afición, el Ceuta buscará en Anoeta un triunfo que confirme su excelente dinámica y le permita cerrar el año reforzando su candidatura a pelear por objetivos mayores.













