El letrado Carlos Perales, que representaba a la asociación Manos Limpias en la causa penal contra la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, ha presentado su renuncia al considerar que el procedimiento ha dejado de tener un enfoque jurídico para derivar en una plataforma de interés mediático y político.
El abogado Carlos Perales ha formalizado su renuncia al juzgado que instruye el caso contra Begoña Gómez —esposa de Pedro Sánchez— al estimar que el proceso, inicialmente de carácter técnico‑jurídico, ha sido transformado por la asociación Manos Limpias en un instrumento de visibilidad política. Según el escrito presentado, el letrado subraya que la estrategia se ha alejado de la lógica procesal y de los criterios técnicos para centrarse en la repercusión pública y en el posicionamiento ideológico.
Perales advierte de que esta deriva pone en riesgo la independencia profesional del abogado, al obligarle a asumir un rol que considera incompatible con el ejercicio del derecho: actuar más como portavoz de un mensaje público que como operador jurídico comprometido con la tutela efectiva del derecho. En consecuencia, ha decidido abandonar la acusación impulsada por Manos Limpias, que deberá reemplazarle para continuar el procedimiento.
La causa, que investiga a Begoña Gómez por presuntos delitos como intrusismo o malversación relacionados con su actividad en la esfera pública, ya había generado debate por la figura de la acusación popular y su utilización en procesos con repercusión mediática. Con la renuncia de Perales, la presión sobre la asociación y el proceso aumenta, al quedar en evidencia la preocupación del abogado por el uso político del sistema judicial.
Mientras tanto, el juez instructor podría analizar la renuncia y designar un nuevo representante de la acusación, lo cual podría implicar retrasos o redefiniciones en el camino procesal. Esta decisión pone de manifiesto la tensión creciente entre la técnica jurídica y la dimensión política de ciertos procedimientos mediáticos.










