En un acontecimiento histórico para la Iglesia Católica, el Papa León XIV ha presidido este jueves la misa de Navidad en el interior de la basílica de San Pedro, recuperando una tradición que los pontífices no celebraban en este escenario desde el año 1994. El pontífice estadounidense, Robert Prevost, ha centrado su homilía en una cruda llamada a la solidaridad con los más vulnerables, poniendo el foco en el drama humanitario de Gaza.
Un regreso histórico a la Basílica
Después de más de 30 años en los que esta ceremonia se había trasladado a otros formatos o ubicaciones por diversos motivos protocolarios y de salud de sus predecesores, León XIV ha vuelto a situar el epicentro de la Navidad bajo la cúpula de Miguel Ángel. El Papa ha instado a los fieles a no ser indiferentes y a «tocar la carne sufriente» de los más frágiles.
Clamor por los desplazados y las víctimas de la guerra
El mensaje del Papa ha sido marcadamente social y humanitario, con referencias directas a los conflictos actuales:
• El drama en Gaza: León XIV ha recordado con angustia la situación en la Franja. «¿Cómo no pensar en las tiendas de Gaza, expuestas desde hace semanas a las lluvias, al viento y al frío?», se ha preguntado ante los miles de asistentes, haciendo extensivo este pensamiento a los refugiados de todos los continentes.
• Crítica a la guerra: El pontífice ha calificado como «frágiles» las vidas de los jóvenes obligados a tomar las armas y ha denunciado la «mentira que impregna los rimbombantes discursos» de quienes los mandan a morir en el frente.
• Personas sin hogar: No ha olvidado la realidad de las ciudades occidentales, mencionando los «refugios improvisados» de los miles de personas sin techo.
La misión de una «Iglesia misionera»
Sobre el papel de la Iglesia en el contexto internacional, León XIV ha definido la institución como un servidor de la paz, alejado de la arrogancia:
1. Contra la «palabra prepotente»: Ha afirmado que la Iglesia no debe estar al servicio de discursos autoritarios, sino de una presencia que suscite el bien.
2. La paz a través de la escucha: «Habrá paz cuando nuestros monólogos se interrumpan y caigamos de rodillas ante la carne desnuda de los demás», ha sentenciado.
Bendición ‘Urbi et Orbi’
Tras la conclusión de la eucaristía, el Santo Padre tiene previsto asomarse al balcón central de la fachada de la basílica para pronunciar el mensaje de Navidad y dar la tradicional bendición ‘Urbi et Orbi’ (a la ciudad y al mundo), donde se espera que profundice en sus peticiones de alto el fuego y ayuda humanitaria para las zonas en conflicto.














