El colaborador de ‘El Hormiguero’ cargó contra EH Bildu, ERC y Sumar, preguntándose si «de verdad les importa algo la corrupción» tras el ingreso en prisión de Koldo García y José Luis Ábalos.
El escritor y colaborador de televisión Juan del Val ha protagonizado una de las intervenciones más contundentes de los últimos días en el debate político, poniendo el foco no solo en el escándalo de presunta corrupción que acorrala al PSOE, sino en la inacción de los partidos que sustentan al Gobierno de Pedro Sánchez.
Durante su participación en el programa ‘El Hormiguero’, el reciente ganador del Premio Planeta 2025 calificó la situación política de «insostenible» tras la entrada en prisión del antiguo número dos del PSOE, José Luis Ábalos, y su exasesor en el Ministerio de Transportes, Koldo García.
Críticas directas a los socios del Gobierno
Del Val no dudó en señalar directamente a los grupos parlamentarios socios del Ejecutivo, caricaturizando su aparente «inmovilidad» ante los graves acontecimientos que salpican a figuras de máxima confianza socialista, incluyendo a Santos Cerdán.
El escritor centró su ataque en líderes como Yolanda Díaz (Sumar) y Gabriel Rufián (ERC), cuestionando si seguirán manteniendo su apoyo al Gobierno o si «de verdad les importa algo la corrupción».
Según Del Val, los numerosos casos que afectan al entorno de Sánchez –desde el fiscal hasta su mujer, su hermano o dirigentes del partido— se presentan de forma «mágica» como asuntos inconexos: «Hay caso Ábalos, caso Cerdán, caso Koldo, pero no hay caso PSOE».
Petición de moción de confianza
Juan del Val fue más allá al cuestionar la viabilidad del Ejecutivo, que está «permanentemente amenazado por gente que ha estado muy dentro» de las cloacas del poder.
Ante la negativa de los partidos de la oposición a respaldar una moción de censura, el colaborador concluyó que la única salida democrática para zanjar la crisis política sería una moción de confianza planteada por el propio presidente. No obstante, admitió que este movimiento podría desembocar en elecciones generales que, previsiblemente, «no le apetecerían» a Pedro Sánchez.














