La NBA ha hecho historia. La liga estadounidense aprobó por unanimidad la venta de Los Angeles Lakers, una de las franquicias más icónicas del deporte mundial. La operación, que llevaba meses gestándose, confirma el traspaso de la mayoría de las acciones del equipo angelino a Mark Walter, CEO de TWG Global y antiguo propietario minoritario de la entidad.
Con esta decisión, la familia Buss pone fin a 46 años al frente de los Lakers, periodo en el que el equipo conquistó 11 campeonatos y se consolidó como una de las marcas deportivas más poderosas del planeta. Desde que el doctor Jerry Buss adquiriera la franquicia en 1979, el equipo vivió tres grandes eras doradas: la del Showtime de Magic Johnson, la de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant, y la más reciente con LeBron James.
“Mark Walter tiene una larga trayectoria en nuestras ligas, habiendo sido propietario minoritario de los Lakers y principal de las Sparks de la WNBA durante más de una década. No me cabe duda de que será un administrador comprometido y una gran incorporación para la NBA”, aseguró el comisionado Adam Silver en un comunicado.
Silver también tuvo palabras de reconocimiento para la familia Buss: “Quiero agradecer y felicitar a Jeanie Buss y a su familia por 46 años de liderazgo transformador. Me alegra que Jeanie continúe como gobernadora del equipo y siga siendo una voz activa dentro de nuestra liga”.
Pese a la venta, Jeanie Buss permanecerá al frente de la organización durante al menos los próximos cinco años, garantizando así cierta continuidad en la gestión del equipo.
Aunque las cifras oficiales aún no se han hecho públicas, diversas fuentes estiman que la operación ronda los 10.000 millones de dólares (unos 9.000 millones de euros), una cantidad que pulveriza todos los récords anteriores en el deporte profesional. Según Sportico, la franquicia estaba valorada en unos 8.000 millones, mientras que Forbes la estimaba en 7.100. The Athletic apunta incluso a una valoración final que podría alcanzar los 12.000 millones, el doble de la cantidad pagada por los Boston Celtics en marzo.
Una cifra mareante para una operación histórica. Los Lakers cambian de manos, pero su legado —y la huella de los Buss— seguirá marcando el rumbo del baloncesto en Los Ángeles y en toda la NBA.
 
			 
					




