Correos se encuentra en el ojo de la polémica tras la aparición de carros de reparto motorizados en varias ciudades españolas. Los sindicatos CSIF, UGT y CC.OO. han convocado reuniones urgentes con la dirección de la empresa postal, denunciando que la puesta en marcha de estos vehículos se ha realizado “sin formación, sin consenso y sin respetar la normativa de tráfico vigente”.
Los nuevos dispositivos, catalogados como Vehículos de Movilidad Personal asistidos (VPM), ya operan en ciudades como Valencia, Murcia, Cartagena y Barcelona. Sin embargo, los representantes sindicales alertan de que su implementación se ha realizado sin evaluación de riesgos, sin análisis ergonómico ni criterios claros de asignación, y sin compensaciones adicionales por la motorización.
Normativa de tráfico ignorada
Según CSIF y UGT, Correos ha obviado la normativa aplicable a estos vehículos, incluyendo la Resolución de 12 de enero de 2022 de la DGT, el Real Decreto 970/2020 y el Reglamento General de Vehículos aprobado por el Real Decreto 2822/1998, además de diversas ordenanzas municipales. Los sindicatos advierten que este incumplimiento no solo vulnera la ley, sino que también constituye una infracción grave de las normas de prevención de riesgos laborales.
Modernización vs. seguridad laboral
La controversia surge en un momento en que Correos refuerza su flota sostenible: solo en 2025 ha incorporado más de 1.000 vehículos eléctricos, incluyendo motos y furgonetas híbridas y eléctricas. Sin embargo, los carros motorizados no se habían anunciado como parte de este plan, lo que genera incertidumbre entre los carteros. Según UGT, “la aparición de estos carros sin garantías genera malestar inmediato en las carterías”.
CC.OO. ha criticado duramente la iniciativa, calificando la compra de más de un millón de euros en carros con asistencia eléctrica como una “idea de bombero”. El sindicato alerta del riesgo de circular por la calzada, dado que los VPM deben transitar junto al tráfico urbano, lo que podría derivar en responsabilidades penales en caso de accidentes.
Un antecedente experimental
Correos ya había realizado pruebas piloto de carros asistidos en 2021 en Madrid, Valencia, Málaga y Bilbao, con 48 unidades proporcionadas por startups como MOOEVO y Scoobic. No obstante, los sindicatos insisten en que los vehículos actualmente desplegados ya no están en fase experimental y se utilizan en el reparto diario sin evaluación técnica ni negociación con los trabajadores.
Reclamo sindical y futuro del reparto
CSIF, UGT y CC.OO. consideran que la implantación constituye una “modificación sustancial” de las condiciones laborales y exigen compensaciones económicas, formación específica y un plan de seguridad detallado. Hasta el momento, Correos no ha emitido respuesta oficial. La reunión solicitada por los sindicatos será clave para definir cómo se regulará el uso de los carros motorizados y cómo se garantizará la protección de los trabajadores.
La situación refleja el desafío de conciliar innovación tecnológica y seguridad laboral. Mientras Correos busca modernizar su modelo de reparto, los sindicatos advierten que esta transformación no debe comprometer la seguridad ni los derechos de sus empleados.










