La portavoz nacional de Vox en materia sanitaria, María Fuster, ha visitado este martes la ciudad autónoma para cuestionar la gestión del Ministerio de Sanidad y alertar sobre la situación del sistema público de salud en Ceuta. Acompañada por el presidente local del partido, Juan Sergio Redondo, la dirigente ha comparecido ante los medios para exponer una batería de críticas centradas en la falta de inversión y de recursos humanos.
Según Fuster, los ciudadanos de Ceuta sufren en la actualidad una sanidad “desatendida” y con graves déficits, una situación que, a su juicio, responde a años de abandono institucional. Durante su intervención, la portavoz de Vox ha reiterado reproches similares a los ya formulados por sindicatos y colectivos profesionales contra la gestión del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa).
Entre los principales problemas señalados, Fuster ha destacado las dificultades para atraer y retener profesionales sanitarios, así como las carencias que presentan determinados servicios, especialmente el de Salud Mental. En este ámbito, ha denunciado que plazas destinadas a psiquiatras estén siendo cubiertas por médicos sin la especialidad correspondiente.
La representante de Vox ha subrayado además la necesidad de incrementar la inversión sanitaria y ha apuntado a una “desconexión” entre la atención primaria y la hospitalaria, lo que, según ha indicado, contribuye al colapso de los hospitales. También ha criticado la falta de transparencia en las listas de espera, asegurando que el Ministerio no facilita datos claros sobre el número de pacientes pendientes de pruebas, consultas o intervenciones quirúrgicas.
Fuster ha extendido la responsabilidad de la situación tanto a gobiernos del Partido Socialista como del Partido Popular, al considerar que ambos han contribuido al deterioro del sistema sanitario en la ciudad. Asimismo, ha acusado a Ingesa de fomentar la inestabilidad laboral y de no apostar por la fidelización del personal sanitario.
En su intervención, la portavoz de Vox también ha cuestionado la gestión de otros servicios, como el de diálisis, y ha lamentado la ausencia de un sistema completo de hemodiálisis. Del mismo modo, ha puesto en duda la eficacia del programa de cribado de cáncer de mama, afirmando que no alcanza ni a una cuarta parte de las mujeres que deberían beneficiarse de él.
Por último, Fuster ha cargado contra lo que ha calificado como normas de carácter “ideológico” impulsadas por el Ministerio de Sanidad, en referencia al Estatuto Marco del personal médico, actualmente en negociación con los sindicatos. A su entender, estas medidas han generado un amplio malestar entre los facultativos y han desembocado en movilizaciones en todo el país.














