Apenas tres días después del acuerdo de Netflix (72.000 millones), Paramount Skydance eleva la puja en efectivo, forzando a los accionistas de Warner Bros. a decidir sobre una oferta superior.
La adquisición de Warner Bros. Discovery ha escalado a una verdadera guerra de ofertas. Apenas tres días después de que Netflix acordara la compra de los activos de Warner Bros. por 72.000 millones de dólares, el gigante Paramount Skydance ha irrumpido con una Oferta Pública de Adquisición (OPA) hostil por la totalidad del grupo, valorada en 103.000 millones de dólares (88.429 millones de euros).
La oferta de Paramount, que valora cada acción a 30 dólares (frente a los 27,75 dólares de Netflix), se presenta totalmente en efectivo, y supone un incremento del 20% sobre la propuesta original de Netflix. El consejero delegado de Paramount, David Ellison, acusó a Warner Bros. de ignorar sus ofertas iniciales y ha llevado su propuesta directamente a los accionistas.
«Los accionistas de Warner Bros. Discovery merecen tener la oportunidad de considerar nuestra oferta superior en efectivo por sus acciones,» declaró David Ellison.
Los accionistas de Warner Bros. tienen ahora hasta el 8 de enero para decidir si aceptan la nueva oferta.
El conflicto y la voz de antimonopolio
La disputa no solo es financiera, sino que también ha levantado preocupaciones regulatorias, llegando incluso al Despacho Oval. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló que la adquisición por parte de Netflix podría suponer un «problema» de antimonopolio debido a la cuota de mercado resultante.
Paramount ha utilizado este argumento en su defensa, manifestando que la combinación Netflix-Warner Bros. consolidaría su monopolio con una cuota del 43% de los suscriptores mundiales de vídeo bajo demanda por suscripción (SVOD).
El impacto en bolsa ha sido inmediato: los títulos de Netflix cayeron un 3,24% tras conocerse la noticia, mientras que las acciones de Paramount subieron en torno al 3,55%.
Los árbitros de Wall Street
La decisión final sobre la OPA hostil recae en un puñado de poderosos fondos de inversión y magnates que retienen el control mayoritario sobre el estudio.
El accionista más influyente es Steven Newhouse, con una participación de alrededor del 16% del capital, a lo que se suma un estimado 4% a través de su vehículo, Advance Publications.
En cuanto a los fondos, el que retiene la mayor participación es Vanguard (con un 12% del capital y una capitalización estimada de 6.900 millones de dólares), seguido de cerca por el fondo de Larry Fink, BlackRock (con un 7,4% y unos 4.500 millones de dólares). El tercer mayor accionista es State Street, con alrededor del 6,4% del capital.
Estos fondos se han convertido en los árbitros en el último capítulo de esta guerra de streamers. Paramount ha contado con el respaldo de Bank of America, Citi y el fondo Apollo para asegurar una financiación de 54.000 millones de dólares antes de presentar su oferta.
El varapalo para Netflix es significativo, ya que su acuerdo original le habría otorgado el control de HBO Max y franquicias exitosas como Harry Potter y el Universo DC Comics.













