La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se ha consolidado como la unidad de élite encargada de investigar los delitos más graves y complejos en España. Creada en 1987, esta dependencia especializada presta apoyo directo a jueces y fiscales en investigaciones que requieren conocimientos técnicos y operativos avanzados.
Dependiente de la Jefatura del Servicio de Policía Judicial, la UCO cuenta con más de 600 agentes distribuidos en diversos departamentos dedicados a delitos económicos, blanqueo de capitales, homicidios, secuestros, tráfico de drogas, armas y personas, así como cibercrimen y corrupción política. Su mando recae en un coronel de la Guardia Civil, mientras que la unidad se organiza en equipos territoriales y unidades adscritas a fiscalías especializadas, como la Antidroga y la Anticorrupción.
Entre sus investigaciones más mediáticas se encuentran casos históricos como el crimen de Alcàsser en 1992, la desaparición de Diana Quer en 2016, la Operación Púnica en 2014, o la reciente Operación Delorme, que investiga presuntas irregularidades vinculadas a figuras políticas.
Los agentes de la UCO reciben un salario superior al de un guardia civil medio, con sueldos que oscilan entre 1.800 y 1.950 euros netos al mes, reflejando la especialización y la responsabilidad de su labor.
Además de su acción en territorio nacional, la UCO colabora con la Policía Nacional, cuerpos autonómicos, Europol y otras agencias internacionales cuando los casos requieren coordinación transnacional. La unidad se ha convertido en un referente de la investigación criminal en España, reconocida por su profesionalismo y capacidad para resolver operaciones de largo recorrido y alto impacto social.














