Óscar Fernández, candidato de Vox a la Presidencia de la Junta de Extremadura, ha vuelto a subrayar sus condiciones para respaldar un posible gobierno de la candidata del PP, María Guardiola. Fernández ha declarado que lo que pedirán son «las mismas» condiciones que ya han planteado anteriormente en las negociaciones de los presupuestos regionales.
Desde su posición, Fernández ha afirmado que si se da una negociación, Vox propondrá los mismos términos que solicitó para la ‘no negociación’ de los presupuestos de 2026. Estas demandas son las que han defendido durante dos años y medio en la Asamblea, y las que han presentado en negociaciones en otras comunidades como Murcia, Baleares y Valencia.
En una reciente entrevista en La Hora de la 1, enfatizó que la idea es poner sobre la mesa las propuestas que Guardiola ya conoce, indicando un deseo de continuidad en su línea de negociación y postura política.
Fernández ha aclarado que para Vox no es fundamental entrar directamente en el gobierno. Lo más importante, según él, son las políticas que se implementarán y el respeto hacia sus reivindicaciones, lo que deja claro que su interés radica en la influencia que puedan tener en la gestión.
Uno de los puntos centrales en su discurso ha sido la crítica hacia el estado actual de Extremadura, de la cual ha dicho que «sigue siendo la cenicienta de España», siendo una de las regiones más desfavorecidas. Por ello, ha dejado claro que su partido busca revertir esta situación, poniendo fin a lo que él considera «42 años de bipartidismo corrupto».
En el ámbito medioambiental, Fernández ha reafirmado el rechazo de Vox al Pacto Verde Europeo, defendiendo al mismo tiempo la importancia de mantener operativa la central nuclear de Almaraz, que es considerada «la primera industria» de la región. Su compromiso también incluye la defensa de los servicios públicos y la promesa de llevar los recursos de los extremeños a donde realmente sean necesarios.
Además, se ha comprometido a eliminar gastos innecesarios y acabar con lo que él considera un «entramado clientelar» creado por el PSOE durante 36 años y continuado por el PP, indicando así una crítica abierta hacia ambos partidos que han gobernado anteriormente.
Fernández también ha hecho eco de su oposición a la inmigración masiva ilegal, argumentando que esta situación ha impactado negativamente los servicios sanitarios y sociales en Extremadura. Al mismo tiempo, ha expresado su deseo de que las infraestructuras que benefician a la región no se desvíen hacia otros lugares de España, priorizando las necesidades locales.















