Boluda Corporación Marítima domina la mitad del tráfico de contenedores bajo pabellón español, con cerca de 14 000 TEU de capacidad en su flota —18 portacontenedores y cargueros—, lo que representa más de la mitad de la capacidad total de las cinco grandes navieras españolas. Pero su reciente entrada de capital marroquí ha encendido las alarmas por las implicaciones geoestratégicas y la pérdida de soberanía en un sector clave para la economía nacional.
Según un reciente informe de la consultora especializada Alphaliner, Boluda lidera con claridad el mercado nacional de contenedores, con 14 000 TEU distribuidos en una flota de 18 barcos. Eso sitúa a la empresa valenciana por delante de sus competidores —y muy por encima de la segunda naviera del ranking—, consolidando su posición como el operador más relevante del sector bajo bandera española.
Este dominio cuantitativo resulta clave en la logística del comercio marítimo: prácticamente la mitad de los contenedores que navegan con pabellón español —aproximadamente 26 000 TEU en total entre las cinco principales compañías— están bajo el control de Boluda.
Pero la polémica no viene solo por su liderazgo. Recientemente, una operación empresarial ha puesto en entredicho la soberanía española sobre un activo estratégico: la empresa pública marroquí Marsa Maroc adquirió un 45 % de la gestora de terminales de Boluda. Esta cesión de capital a una entidad extranjera —en este caso un país vecino con antiguas tensiones geopolíticas— ha provocado inquietud en el sector portuario y en círculos de defensa de la soberanía marítima.
Expertos consultados advierten que esta operación no es una simple inversión: la presencia de Marsa Maroc en el accionariado implica un tránsito de influencia y control sobre infraestructuras portuarias clave, con efectos directos sobre la distribución de contenedores, las rutas comerciales y la seguridad logística. Para algunos, representa una “contraprestación pactada” que debilita el control español sobre una compañía estratégica.
Además, este nuevo escenario coincide con una creciente preocupación por la regulación europea de descarbonización del transporte marítimo. Boluda ha advertido que las nuevas exigencias de la UE podrían penalizar al transporte marítimo español, encareciendo los costes operativos y afectando la competitividad del sector.
Qué implica este dominio para España
- Boluda concentra una parte desproporcionada de la logística portuaria española, lo que le otorga un peso clave en el comercio marítimo nacional.
- La entrada de capital extranjero, en particular marroquí, genera dudas sobre la soberanía y el control de infraestructuras estratégicas.
- La dependencia de un solo operador podría limitar la competencia, encarecer precios y debilitar la resiliencia del sistema ante crisis internacionales o cambios regulatorios.
- La presión regulatoria (descarbonización, normativas ambientales) añade incertidumbre a un sector que ya vive transformaciones profundas.
liderazgo con sombras
Boluda Corporación Marítima es hoy, sin duda, el gran actor del transporte de contenedores en España. Su flota, su cuota de mercado y su capacidad logística le confieren un poder considerable. Pero ese mismo poder, conjugado con la reciente entrada de capital extranjero y los riesgos regulatorios, pone en evidencia los peligros de la concentración: pérdida de soberanía, competencia debilitada y dependencia excesiva de un solo operador. Para muchos en el sector, este no es solo un éxito empresarial, sino un reto estratégico para la autonomía y la seguridad logística de España.


















