Natalio Grueso, exdirector general del Centro Niemeyer de Avilés, ha sido detenido en Evora, Portugal, después de más de dos años evadeciendo la justicia española. Esta captura llega tras una extensa búsqueda que comenzó en el año 2023.
Grueso fue condenado a ocho años de prisión por delitos de malversación de fondos públicos, falsedad documental y otros crímenes relacionados con su gestión en el Centro Niemeyer. La condena fue emitida por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo en 2020, tras un juicio que se extendió por más de siete años.
La detención se produjo gracias a la colaboración entre fuerzas policiales de diferentes países europeos, utilizando el sistema Sirene, que facilita el intercambio de información sobre delincuentes fugitivos. Según el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, la noticia fue comunicada a la Audiencia Provincial esta mañana.
Ahora Grueso tendrá la oportunidad de cumplir su pena en España, una vez que sea extraditado desde Portugal. Esto marca un giro significativo en un caso que había captado la atención del público debido a la furia de los delitos cometidos y la fuga del exdirector.
La condena de Grueso incluye cinco años por malversación y tres años por delitos societarios. El fallo, que se extendió a lo largo de 355 páginas, detalla una serie de irregularidades y abusos que ocurrieron durante su mandato.
La historia de Grueso no solo se reduce a su condena. Durante su gestión, el Centro Niemeyer se convirtió en un punto de interés cultural, recibiendo a figuras destacadas como Woody Allen y Brad Pitt, lo que le valió reconocimiento. Sin embargo, esa fama se desvaneció rápidamente junto con los problemas financieros que asolaron al centro pocos meses después de su apertura.
Antes de su detención, Grueso había intentado rehacer su vida como escritor, publicando una novela titulada «La Soledad», que recibió críticas positivas. Además, fue reconocido como biógrafo del aclamado cineasta Woody Allen, lo que le ganó el apodo de ‘el amigo español de Woody Allen’.
El caso de Natalio Grueso pone de manifiesto cómo la justicia puede finalmente alcanzar a quienes intentan escapar de sus responsabilidades. La trayectoria de este exdirector resalta la importancia de la rendición de cuentas en el ámbito público y el impacto que una mala gestión puede tener en instituciones culturales y en la sociedad.













