Alberto Núñez Feijóo, presidente nacional del Partido Popular, regresó este martes a Extremadura en el tramo final de la campaña electoral y rebajó las expectativas de su partido sobre la posibilidad de que María Guardiola logre una mayoría absoluta el próximo domingo. Durante una visita a una fábrica de carbón de encina en Zahínos, Feijóo insistió en que el objetivo principal del PP es “tener más votos que toda la izquierda” y aseguró que, en ese escenario, Vox no debería bloquear la gobernabilidad de la presidenta y candidata popular.
“En la España actual es muy difícil conseguir una mayoría absoluta y prácticamente no existe en ningún país de Europa”, afirmó Feijóo, subrayando que, aunque seguirán trabajando por una mayoría, la prioridad es garantizar la estabilidad de la Junta de Extremadura.
Las últimas encuestas, incluida la de Sigma Dos, anticipan un claro triunfo del PP regional, con María Guardiola superando a la suma de PSOE y Unidas por Extremadura. Según estos sondeos, el PP alcanzaría un 41,9% de los votos frente al 28,7% del PSOE y el 9,3% de Unidas por Extremadura, mientras que el bloque de centro-derecha, sumando PP y Vox, obtendría un 57,6% del total de votos.
Feijóo criticó la estrategia de Vox en Extremadura, señalando que su campaña se centra en “criticar y descalificar” a la candidata del PP, coincidiendo con el objetivo del PSOE. “Extremadura no merece pasar cuatro años de sobresaltos por la irresponsabilidad de algunos políticos. Merece estabilidad, prosperidad y avance”, enfatizó.
Por su parte, el secretario general del PP extremeño, Abel Bautista, llamó al voto útil para asegurar un gobierno estable bajo Guardiola y evitar que “la región quede bloqueada” por disputas políticas.
Desde Las Hurdes, Santiago Abascal, presidente de Vox, defendió el papel de su partido y aseguró que su formación recibirá “el respaldo de los ciudadanos” por centrarse en los problemas reales de la región, como la despoblación y la falta de servicios, en lugar de “porquerías ideológicas”.
Con el horizonte electoral a pocos días, la campaña se perfila como una lucha por garantizar la gobernabilidad y evitar que Extremadura vuelva a quedar atrapada en enfrentamientos políticos que, según Feijóo, han lastrado el progreso de la región en años anteriores.










