El entrenador de la UD Las Palmas, Luis García, rompió su habitual tono moderado tras el empate de su equipo en Ceuta (1-1) y cargó con dureza contra la decisión de disputar el partido pese a las extremas dificultades del viaje. Junto a él, el capitán Jonathan Viera también alzó la voz para poner el foco en la salud de los futbolistas y la falta de sentido común en el fútbol profesional.
La expedición amarilla vivió una auténtica odisea para llegar al encuentro. La borrasca Emilia obligó a cancelar el vuelo chárter previsto el día anterior, provocando horas de espera en el aeropuerto y un regreso a casa marcado por el estrés. Al día siguiente, nuevos contratiempos con el equipaje retrasaron aún más la salida, lo que llevó al equipo a llegar a su hotel en Ceuta apenas tres horas antes del inicio del partido.
En rueda de prensa, Luis García fue contundente al valorar la situación. “Desde el momento en que se juega este partido no hay igualdad de condiciones”, aseguró, visiblemente molesto. El técnico explicó que incluso los árbitros y algunos de sus propios jugadores sufrieron las consecuencias del caótico desplazamiento, incluyendo una travesía marítima “de auténtica locura”. “Luego les exigimos acierto y justicia, pero ¿de verdad creen que estaban en condiciones después de pasar la noche tirados en un muelle?”, se preguntó.
Para el entrenador amarillo, permitir que el encuentro se disputara en esas circunstancias supone una alteración directa de la competición. “Cuando se da luz verde a jugar así, la competición está adulterada. Esto es fútbol profesional, no un partido entre amigos”, afirmó. García también agradeció públicamente la empatía mostrada por el Ceuta ante la situación vivida por su rival.
En lo deportivo, el técnico valoró positivamente el esfuerzo de sus jugadores, condicionados físicamente por el desgaste acumulado. Las Palmas se adelantó en el marcador y tuvo opciones de ampliar la ventaja, pero a partir del minuto 60 el cansancio pasó factura y el Ceuta terminó empatando con un gol de gran factura. “Se han dejado la vida y me voy orgulloso del punto y de mis futbolistas”, concluyó.
Jonathan Viera, capitán del equipo, se expresó en una línea similar. “No pasaba nada por aplazar el partido un día”, lamentó en UD Radio, antes de denunciar que “muchas veces la salud de los futbolistas es lo de menos porque el fútbol es un negocio”. El centrocampista reconoció que el equipo notó la falta de fuerzas en el tramo final del encuentro y destacó, una vez más, el apoyo incondicional de la afición amarilla.
Pese a todas las adversidades, la UD Las Palmas logró sumar un punto que le permite seguir en la zona alta de la clasificación. “Los problemas se han transformado en gasolina”, resumió Luis García, convencido de que la unión del vestuario será clave hasta el final de la temporada.
















