Esta semana Madrid será sede de una Reunión de Alto Nivel entre los Gobiernos de España y Marruecos, un encuentro que se celebra en un momento especialmente sensible del panorama político español. La cita llega con el telón de fondo de una posible alternancia en el poder y el temor, expresado por algunos sectores, a que el actual Ejecutivo realice una última concesión a Rabat antes de una eventual salida del Gobierno.
Fuentes cercanas al proceso señalan que Marruecos es consciente de que, en caso de que el Partido Popular acceda al poder, las condiciones de negociación podrían endurecerse. En este contexto, Rabat trataría de obtener el mayor rédito posible en esta reunión bilateral, considerada la última gran oportunidad de influencia bajo el actual liderazgo en España.
La relación entre ambos países ha atravesado fases de tensión y acercamiento en los últimos años, especialmente en asuntos relacionados con la inmigración, la cooperación económica y la situación del Sáhara Occidental. Este nuevo encuentro de alto nivel podría marcar un punto decisivo en la evolución de esos acuerdos y en la orientación futura de la política exterior española hacia el norte de África.
Mientras tanto, la oposición sigue de cerca el desarrollo de las conversaciones y reclama transparencia sobre los posibles compromisos que puedan adoptarse en el marco de esta cumbre.











