El alquiler se ha consolidado como una opción permanente para amplias capas de la población urbana, según un estudio del Instituto IDRA, que resalta que muchos inquilinos no ven probable acceder a una vivienda en propiedad en el futuro. Este informe pone de manifiesto cómo el acceso a la propiedad ha quedado restringido debido a los altos precios de la vivienda y la competencia con inversores, lo que ha generado una profunda desigualdad social.
Un cambio de paradigma en la vivienda en España
Tradicionalmente, en España se consideraba que vivir de alquiler era una etapa transitoria antes de acceder a una vivienda propia. Sin embargo, el informe revela que esta concepción ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. En 2001, solo un 11% de la población vivía de alquiler, pero en 2021 esta cifra ascendió al 16%, especialmente en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, donde el porcentaje es mucho más alto.
El alquiler se normaliza, pero sin garantías
El estudio señala que no solo los jóvenes, sino también personas de entre 35 y 64 años, han normalizado el alquiler como una opción de vida permanente. Esta tendencia es más notable en ciudades como Madrid, donde el 70% de los inquilinos cree que nunca podrá comprar una vivienda. En Lisboa, la cifra es aún más alarmante, con menos del 5% de los inquilinos creyendo que algún día podrán acceder a la propiedad.
A pesar de que el alquiler, per se, no debería ser negativo, el estudio subraya que el incremento de los precios de alquiler en la última década, que ha superado el 30%, ha colocado a más de un millón y medio de hogares en una situación económica insostenible. Estos hogares destina más del 30% de sus ingresos al pago del alquiler, lo cual es considerado excesivo por organismos internacionales como la OCDE y la Comisión Europea.
Falta de protección y la erosión de los derechos de los inquilinos
El informe también destaca la falta de protecciones para los inquilinos, lo que ha generado una desprotección generalizada, mayores tasas de hacinamiento y un aumento de las mudanzas forzosas. La ausencia de contratos a largo plazo y la presión de los aumentos de los alquileres sin regulación están afectando la calidad de vida de muchas familias.
Propuestas políticas urgentes
Los investigadores instan a tomar medidas urgentes para garantizar los derechos de los inquilinos y mejorar las condiciones residenciales. Entre las propuestas destacan la reintroducción de los contratos sin fecha de finalización predefinida, renovables automáticamente o temporales con justificación, como ocurre en países como Alemania, Francia y Dinamarca. Además, abogan por la regulación del precio de los alquileres y la redistribución de la propiedad inmobiliaria, para evitar la compra especulativa y la concentración de la riqueza.
En resumen, el informe evidencia que la expansión del alquiler sin las protecciones adecuadas ha profundizado las desigualdades sociales en España. Las medidas propuestas buscan frenar esta tendencia y garantizar que los inquilinos puedan disfrutar de condiciones de vida dignas y estabilidad en el acceso a la vivienda.










