Un informe de Asuntos Internos revela el nerviosismo entre los socios criminales de Óscar Sánchez Gil, quienes lo contactaron para «evacuar» el dinero a través de criptomonedas tras la incautación del mayor alijo de cocaína de España.
La detención del inspector jefe Óscar Sánchez Gil, exjefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, ha provocado una ola de pánico entre grupos criminales y sus socios, según revela un nuevo informe de Asuntos Internos aportado a la causa de la Audiencia Nacional. Sánchez Gil se encuentra en prisión por presunto narcotráfico tras el hallazgo de casi 20 millones de euros en su domicilio y despacho oficial.
El nerviosismo se extendió rápidamente entre otras organizaciones que compartían al mismo blanqueador de capitales con el agente, conocido en el cuerpo como el «Anodino».
El blanqueador en el punto de mira
Los agentes analizaron una conversación clave, producida casi un mes después de la detención, entre Fabián Andrés Rojas —identificado por la Policía como un «profesional especializado» en el blanqueo de capitales— y un interlocutor anónimo.
En el chat, Rojas le indicó que disponía de 200.000 USDT (una criptomoneda estable ligada al dólar, favorita del crimen organizado) y que podría tener otros 100.000 la semana siguiente. Apenas dos minutos después, el interlocutor le preguntó: «Oye ha pasado algo en Madrid???», a lo que Rojas respondió: «Uffff una locura», «muchísimo lío», «Madrid mal».
El supuesto blanqueador incluso le dijo que estaba «desmontando» su oficina en la capital «por tanto lío que ha habido», ofreciendo recibirlo en otra localización en Getafe. Rojas fue detenido en una segunda fase de la operación.
Narcotráfico y Blanqueo Precipitado
La investigación apunta a que Óscar Sánchez Gil jugaba un papel fundamental en una organización de narcotráfico liderada por Ignacio Torán. El inspector jefe presuntamente se encargaba de permitir la entrada de «ingentes» cantidades de droga en grandes puertos españoles.
La clave de su arresto fue la aprensión en Algeciras del mayor alijo de cocaína de la historia de España (14 toneladas). Al no haber sido avisado de la incautación, el agente sospechó y su preocupación le llevó a intentar blanquear de forma precipitada 10 millones de euros de su botín.
Pocos días antes de su detención, el 17 de octubre de 2024, se puso en contacto con Fabián Andrés Rojas para entregarle el dinero en mano. Rojas le indicó «cómo proceder para evacuar diez millones de euros» a través de una wallet (billetera digital). El 23 de octubre, el blanqueador le confirmó que ya había terminado el primer millón de dólares y adjuntó una foto
















