La AD Ceuta afronta el mercado de invierno desde una posición de tranquilidad deportiva, pero con la convicción de que todavía hay margen de crecimiento. Los 29 puntos sumados hasta ahora y una clasificación holgada permiten trabajar sin urgencias, aunque el club no quiere caer en la complacencia y considera enero como una oportunidad para reforzar el proyecto y aumentar el nivel competitivo de la plantilla.
La hoja de ruta está clara: conservar la base que ha dado estabilidad al equipo. El rendimiento colectivo ha convertido al Ceuta en un conjunto atractivo desde el exterior, pero la prioridad pasa por mantener intacta la columna vertebral que sostiene el proyecto de José Juan Romero. En el club no se contempla una salida masiva de jugadores y se apuesta por la continuidad del bloque principal.
El técnico ha logrado consolidar un once reconocible, con pocas variaciones, respaldado por un banquillo que ha respondido cuando ha sido necesario. Sin embargo, existen situaciones concretas que abren la puerta a posibles movimientos. El caso más evidente es el de Manu Vallejo, una de las apuestas del pasado verano que no entra en los planes del entrenador y cuya salida en este mercado parece muy probable. También están bajo análisis futbolistas como Andy Escudero, Juanto Ortuño o Gonzalo Almenara, con un protagonismo limitado hasta ahora. A ello se suma la ficha de Manu Sánchez, lesionado de larga duración, que podría servir para liberar espacio en una plantilla que ya tiene cubiertas las 25 licencias profesionales.
La dirección deportiva, encabezada por Edu Villegas, trabaja de manera coordinada con el cuerpo técnico en la búsqueda de oportunidades. El club mantiene un seguimiento constante de futbolistas de distintas categorías, desde Primera y Segunda División hasta Segunda y Tercera RFEF, además de perfiles sub-23 para el Ceuta B. Tampoco se descarta la opción de incorporar jugadores de Primera con poco protagonismo que puedan llegar en calidad de cedidos.
En el apartado de salidas, la situación de Marcos Fernández podría generar cierto movimiento, siempre supeditada a una decisión del Espanyol. El Ceuta maneja este escenario con previsión y teniendo en cuenta que conservaría un porcentaje en una posible venta. En cuanto a las llegadas, el foco está especialmente puesto en reforzar la parcela ofensiva, aunque no se descartan ajustes en otras líneas si el mercado lo permite.
El club se mueve con calma, consciente de que el fútbol exige anticipación y capacidad para detectar oportunidades antes de que aparezcan los grandes competidores. Enero será un mes determinante para decidir hasta dónde quiere llegar este Ceuta, que ya ha demostrado solidez, pero que no renuncia a dar un paso más en su crecimiento.


















