Se acerca una jornada transcendental en el caso de Esther López, una joven de 35 años que desapareció en Traspinedo, Valladolid, en la madrugada del 13 de enero de 2022. Su cuerpo fue hallado en una cuneta tres semanas después, lo que ha generado gran conmoción en la comunidad local y un significativo interés mediático.
Óscar S. M., el único sospechoso de su muerte, se presentará el miércoles 3 de diciembre ante la jueza del Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid, donde se evaluará si se abre juicio oral por el presunto asesinato de Esther. Este ha sido un proceso que ha avanzado lentamente, pero que parece estar listo para dar un paso crucial en su evolución.
El futuro de Óscar S. M. estará en manos de la jueza, quien decidirá tras la audiencia preliminar si lo sentará en el banquillo como acusado. Este momento llega casi cuatro años después del trágico suceso, que ha dejado una profunda huella en la familia, amigos y la comunidad de Traspinedo.
Previo a esta audiencia, la fiscalía había atribuido a Óscar S. M. una supuesta autoría de un delito de homicidio. Las acusaciones particulares, que representan a los padres de Esther, están presionando para que se reconozca el caso como un asesinato, lo que podría privar al sospechoso de una posible pena menor y que, en su lugar, este enfrentara un castigo más severo.
El procedimiento judicial estaba originalmente programado para el 24 de noviembre, pero se reprogramó para permitir la presencia de todas las partes involucradas, incluidos el Ministerio Fiscal, el único acusado y las acusaciones personales. En este foro, se solicitará la apertura del juicio, mientras que la defensa argumentará a favor del sobreseimiento de las diligencias por falta de pruebas contundentes.
La aceptación de pruebas nuevas sigue siendo un tema de debate en esta audiencia. La jueza ha denegado hasta ahora la incorporación de ciertos elementos, como las imágenes capturadas por drones de la Guardia Civil y un informe sobre el comportamiento de la fauna respecto al cuerpo de la joven en los días posteriores a su desaparición, aunque ha admitido otros, como el análisis de un laboratorio sobre la viabilidad del atropello.
La Fiscalía de Valladolid ha solicitado una condena de 18 años de cárcel para el sospechoso, mientras que la acusación particular ha fijado sus esfuerzos en obtener una pena de 25 años por asesinato. Estas cifras reflejan la grave seriedad del caso y la urgencia de justicia que sienten los familiares de Esther López.
A medida que se desarrolla el caso, el público espera ansiosamente la conclusión de este juicio que no solo una de las tantas tramas judiciales de España, sino que simboliza la lucha de una familia por la verdad tras la tragedia. La comunidad sigue unida, esperando que la justicia prevalezca y que el recuerdo de Esther López se honre adecuadamente.














