El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado instrucciones a sus ministros para impulsar políticas que puedan generar un impacto electoral positivo, aun cuando esto implique esquivar el trámite parlamentario habitual. Según fuentes del Ejecutivo, la estrategia se centra en avanzar en medidas que no requieran necesariamente la aprobación del Congreso.
Entre los ejemplos citados como modelo a seguir figuran la subida de las pensiones, el aumento del salario mínimo y la mejora del sueldo de los funcionarios, decisiones que han sido presentadas como logros sociales, pero que en la práctica podrían servir también como herramienta de consolidación política.
El Ejecutivo defiende que este enfoque busca agilizar medidas consideradas urgentes y de interés ciudadano, aunque algunos partidos de la oposición han cuestionado la legalidad y la conveniencia de gobernar sin el respaldo parlamentario.
Analistas políticos advierten que esta estrategia podría tener consecuencias en la relación del Gobierno con el Congreso y afectar la percepción pública sobre la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión del Ejecutivo.















