La AD Ceuta sufrió este domingo un severo correctivo ante el Leganés que el propio José Juan Romero no dudó en calificar como un “golpe de realidad”. El técnico, visiblemente autocrítico tras el encuentro, reconoció que el equipo pudo haberse dejado llevar por una confianza excesiva después de las últimas buenas sensaciones.
“Probablemente nos hayamos equivocado un poco a la hora de creernos más de lo que somos”, admitió Romero a pie de campo, lamentando especialmente la falta de contundencia en ambas áreas.
Un buen inicio, sin premio
El entrenador valoró que su equipo firmó “35 minutos muy buenos” en la primera mitad, en los que generaron ocasiones suficientes para adelantarse. Sin embargo, los ceutíes volvieron a tropezar en el último pase.
“Mientras no mejoremos los porcentajes de acierto en tres cuartos de campo, nos va a costar”, explicó. “Ellos llegan una o dos veces y hacen gol. Nosotros, con tantas decisiones malas al final, lo pagamos”.
El 0-2 en la segunda parte terminó de desordenar a un Ceuta que aun así no dejó de pelear. El gol tardío de los locales reavivó sus opciones, pero la reacción fue insuficiente.
Errores defensivos que pesan
Romero fue muy claro al analizar el origen de los dos tantos del Leganés, ambos nacidos de segundas jugadas:
“Nos ha faltado actitud defensiva, solidaridad. Son acciones que se deben parar antes. Estos detalles marcan la diferencia en esta categoría”.
El técnico insistió en que el equipo tiene “mucho que aprender y crecer”, subrayando que quizá algunos jugadores se relajaron más de lo debido tras los buenos resultados recientes.
Autocrítica y advertencias
El entrenador también se señaló a sí mismo, reconociendo que pudo haber “movido el once” para evitar complacencias:
“Estoy cabreado porque había cosas claras que no se han hecho. Quizá me haya equivocado incluso yo”.
Sobre los cambios con Ortuño, Cristian y Manu Vallejo, insistió en que el nivel competitivo depende del día a día:
“Los que juegan tienen que valorar la oportunidad y ponérmelo difícil. Esto va mucho más allá del partido: del trabajo semanal, de la vida privada…”.
Marcos Fernández, desbordado por la ansiedad
Uno de los nombres propios fue el de Marcos Fernández, cuya frustración se hizo evidente durante el partido:
“Es joven y todo le ha venido rodado, pero ahora tiene que aprender a convivir con que no salgan las cosas. Está muy precipitado. Lo he hablado con él”.
Mirar hacia adelante
Pese a la dureza del resultado, Romero invitó a extraer lecturas positivas:
“Sabemos que esto va a ser terrible hasta el final. Estamos bien, pero debemos aumentar el nivel y dar todos mucho más”.
La AD Ceuta tratará ahora de transformar este revés en un punto de inflexión para no perder el rumbo en una categoría donde cada detalle pesa. El mensaje del técnico es claro: toca despertar.








