Netflix ha llegado a un acuerdo para adquirir Warner Bros Discovery por aproximadamente 83.000 millones de dólares, en lo que se convertirá en la mayor operación de compra en la industria del entretenimiento desde que Disney adquirió 21st Century Fox por 71.000 millones de dólares en 2019. El anuncio fue realizado este viernes mediante un comunicado conjunto de ambas compañías.
La operación supondrá que Netflix incorpore a su catálogo uno de los activos más valiosos del sector audiovisual. Warner Bros Discovery cuenta con un archivo histórico que incluye clásicos del cine como El mago de Oz y Ben-Hur, series de enorme éxito mundial como Juego de Tronos y Friends, así como franquicias de alto impacto comercial como Harry Potter, The Matrix, Mad Max y el Universo DC, con personajes icónicos como Batman, Superman, Wonder Woman y Aquaman.
Además, Netflix pasaría a controlar importantes canales de televisión, entre ellos CNN, Discovery Channel, HGTV y TBS, aunque el interés principal del gigante tecnológico se centra en las divisiones cinematográfica y de streaming, especialmente en la marca HBO, considerada una de las más relevantes en la producción de contenido premium.
El proceso de venta se abrió formalmente tras una segunda ronda de ofertas en la que también participaron compañías como Paramount y Comcast. Sin embargo, Netflix partía con ventaja gracias a su propuesta, basada en un alto porcentaje en efectivo, y a su fuerte posicionamiento en el mercado global del streaming. A diferencia de Paramount, que mostró interés en quedarse con la empresa completa, Netflix y Comcast descartaron el negocio de la televisión por cable, que atraviesa un importante declive en Estados Unidos.
Warner Bros Discovery llevaba meses evaluando alternativas estratégicas ante una situación financiera compleja, marcada por una deuda cercana a los 37.000 millones de dólares y una pérdida progresiva de ingresos por publicidad frente a la caída de suscriptores de la televisión tradicional. En este contexto, la posibilidad de dividir la compañía y vender parte de sus activos fue considerada como una solución viable para maximizar su valor.
La llegada de Netflix abre múltiples incógnitas sobre el futuro del modelo tradicional de exhibición en salas de cine. La plataforma ha apostado históricamente por estrenos con ventanas reducidas o directamente a través de streaming, por lo que surgen dudas sobre cómo gestionará los estudios de Warner y sus futuros lanzamientos cinematográficos.
Mientras tanto, analistas consideran que esta adquisición podría marcar un antes y un después en la industria, redefiniendo el equilibrio de poder entre plataformas, estudios y distribuidores a nivel mundial.
















