El presidente de Vox, Santiago Abascal, valoró este lunes los resultados de las elecciones autonómicas de Extremadura, subrayando la importancia de que el Partido Popular (PP) reconozca el crecimiento de su formación política como condición para cualquier acuerdo de gobernabilidad.
En una comparecencia desde la sede nacional de Vox, Abascal destacó que su partido fue la fuerza política que más creció en estos comicios, pasando de cinco a once escaños en la Asamblea de Extremadura, lo que representa un incremento de seis diputados y unos 40 000 votos respecto a 2023.
Resultados clave en Extremadura
- El PP, con María Guardiola como candidata, fue la fuerza más votada y obtuvo 29 escaños, aunque se quedó a cuatro de la mayoría absoluta necesaria para gobernar sin aliados.
- El PSOE sufrió una caída histórica, perdiendo diez representantes y quedándose con 18 diputados.
- Vox duplicó su presencia parlamentaria hasta 11 escaños.
- Unidas por Extremadura también aumentó su representación.
Ante este escenario, Abascal dejó claro que la «pelota está en el tejado» del PP para definir si Vox apoyará al partido conservador a la hora de formar gobierno o si se establecerán otras fórmulas de colaboración.
Líneas rojas y exigencias
El líder de Vox enfatizó que cualquier acuerdo estará sujeto a que los votos de su formación no sean ignorados ni traicionados, y a que se impulse lo que calificó como un «gran cambio» en Extremadura. Entre las cuestiones que pretende que se incorporen en posibles negociaciones mencionó políticas relacionadas con el campo, migración, género e impuestos, aunque no ofreció detalles específicos.
Abascal también rechazó felicitar directamente a María Guardiola por su victoria, alegando que no era felicitación “celebrable” dado que la presidenta empeñó los comicios con la expectativa de lograr mayoría absoluta y no lo consiguió.
Posibles escenarios políticos
La victoria del PP sin mayoría implica que Guardiola debe decidir si negociar con Vox o explorar otras alternativas, como pactar con el PSOE o Unidas por Extremadura para conseguir la investidura. Abascal no descartó ninguna posibilidad para futuros acuerdos, aunque insistió en que será el PP quien tenga que mover ficha.
Este resultado en Extremadura refleja una tendencia de polarización política en España, donde la derecha tradicional y la derecha más radical han consolidado su presencia, obligando a los grandes partidos a repensar alianzas y estrategias de cara a futuras citas electorales.


















