El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rebajado la tensión con su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tras la petición de Sumar de acometer una remodelación del Ejecutivo para afrontar los recientes casos de acoso sexual y corrupción que afectan al PSOE. En una comparecencia tras el Consejo Europeo en Bruselas, Sánchez ha revelado que ambos mantuvieron una reunión privada a principios de esta semana para tratar el asunto y ha negado que exista una falta de lealtad por parte de sus socios de coalición.
Normalidad institucional tras la reunión privada
Pese a la contundencia con la que Sumar ha solicitado cambios en la estructura del Gobierno, el presidente ha optado por un tono conciliador. Sánchez ha confirmado que ya se ha reunido con Díaz para abordar esta cuestión, un encuentro que tuvo lugar antes del cierre del año político y en el que el jefe del Ejecutivo trasladó su rechazo a una remodelación inmediata.
«No lo veo como una deslealtad», ha afirmado el presidente, subrayando que las discrepancias son «lógicas» entre dos formaciones políticas distintas que, no obstante, mantienen una sólida hoja de ruta común.
El auge de la ultraderecha: discrepancias en el diagnóstico
Uno de los puntos de fricción entre los socios de Gobierno es el análisis sobre el crecimiento de Vox. Mientras que desde el entorno de Yolanda Díaz se argumenta que una supuesta «falta de acción» del Ejecutivo alimenta a la formación de Abascal, Sánchez ha rechazado tajantemente esta interpretación.
Para el presidente, el auge de la ultraderecha no es consecuencia de la gestión gubernamental, sino del «blanqueamiento» que, a su juicio, realizan el Partido Popular y diversos sectores mediáticos. Sánchez sostiene que la coalición debe centrarse en sus puntos de unión para frenar este avance, restando importancia a la presión de Sumar por forzar cambios en el Consejo de Ministros.
Cierre de filas en el Consejo Europeo
Estas declaraciones llegan en el cierre del último Consejo Europeo de 2025, donde Sánchez ha querido proyectar una imagen de estabilidad frente a sus socios internacionales, minimizando las crisis internas y reafirmando que el Gobierno de coalición agotará la legislatura con la estructura actual.















