Nuevas denuncias revelan órdenes de la dirección para esterilizar catéteres a pesar de su marcado de «un solo uso», una práctica considerada ilegal. El caso se suma a la presión para priorizar a pacientes más rentables, hechos ya advertidos en un manifiesto masivo de médicos en mayo.
El escándalo de la gestión privada en el Hospital de Torrejón de Ardoz, gestionado por el Grupo Ribera Salud, sigue creciendo tras la publicación de nuevos datos que apuntan a prácticas destinadas a incrementar la rentabilidad por encima de la seguridad del paciente.
Tras conocerse los audios donde el CEO del grupo, Pablo Gallart (quien ya se desvinculó de la gestión del hospital), instaba a aumentar las listas de espera y seleccionar la actividad rentable, se ha desvelado este viernes que los empleados recibieron la orden de reutilizar material sanitario de un solo uso para ahorrar costes.
Orden ilegal: Esterilizar catéteres diez veces
La orden, denunciada por derecho a través del canal ético interno por directivos que luego fueron despedidos, consistía en esterilizar catéteres de un solo uso.
«Esta acción no es legal, por ficha técnica ese material no se puede reesterilizar», se advertía en la denuncia, que señalaba la instrucción de esterilizar los dispositivos hasta un máximo de diez veces, «siempre que estén en buen estado».
Los catéteres de un solo uso están diseñados para un solo procedimiento y su reutilización sin el reprocesamiento adecuado, realizado por un fabricante especializado que cumpla con el reglamento europeo (Reglamento 2017/745 y Real Decreto 192/2023), puede causar contaminación cruzada e infecciones. Esta orden se dio solo dos semanas después de que Pablo Gallart pidiera a sus subalternos usar la «imaginación» para obtener un EBITDA (beneficio) de «cuatro o cinco millones de euros».
Una portavoz del Grupo Ribera Salud ha negado que esta práctica se realice y ha insistido en que la destitución de las personas que firmaron estas quejas no tiene «nada que ver con estos hechos».
Deterioro ético y denuncia masiva en Mayo
Los problemas éticos y asistenciales en el hospital no son nuevos. Se ha sabido que en mayo hubo una denuncia masiva firmada por profesionales del centro que ya alertaba de la situación.
El manifiesto, firmado por médicos, señalaba un «deterioro acelerado de la calidad asistencial más básica» y calificaba la situación de «insostenible desde los puntos de vista asistencial, laboral y ético».
Los firmantes denunciaban:
- Presiones: Para priorizar en consultas y listas de espera a pacientes de otras áreas sanitarias («no cápita») frente a los pacientes propios de Torrejón, en una práctica contraria al «principio de equidad del Sistema Nacional de Salud».
- Exigencia: Pidieron el abandono de la imposición de cuotas de pacientes ‘no cápita’, «evitando la diferenciación entre pacientes por motivos de rentabilidad empresarial».
El 13 de junio, el CEO Pablo Gallart respondió a los firmantes por correo, agradeciendo el «tono constructivo» del manifiesto y asegurando: «Estamos estudiando detenidamente el escrito y valorando las situaciones que denunciáis, así como las soluciones que proponéis».
Inspección de Sanidad
Ante la gravedad de los hechos, la Alta Inspección del Ministerio de Sanidad ha iniciado una investigación para comprobar si ha habido algún tipo de irregularidad o vulneración de los derechos de protección de la salud pública. Los trabajos de inspección comenzaron este jueves.
















