Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, volvió a declarar ante el juzgado que investiga los pagos realizados por el club al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira, y aseguró no recordar el origen ni la finalidad de varias facturas emitidas durante su primera etapa al frente de la entidad azulgrana.
El dirigente, que presidió el Barça entre 2003 y 2010 y regresó al cargo en 2021, fue interrogado por diversos pagos canalizados a través de Dasnil 95, empresa vinculada a Negreira. Las cantidades, que ascienden a decenas de miles de euros, incluían conceptos poco habituales y, en algunos casos, difíciles de justificar.
Durante la comparecencia, el fiscal preguntó a Laporta por una factura de 60.000 euros, fechada el 30 de noviembre de 2005, cuyo concepto figuraba como “packs de regalo Aloe Vera”. El presidente fue claro al afirmar que no tenía constancia de ese documento.
“Me está hablando de una factura de hace 20 años. Desconozco esa factura y no recuerdo a qué hacía referencia”, respondió ante el tribunal.
El ministerio público insistió en si dichos pagos estaban relacionados con los denominados informes técnico-arbitrales. Laporta reconoció que los conceptos de las facturas eran diversos y admitió que muchos de ellos resultaban “muy vagos”, aunque sin aportar más detalles.
Otra de las facturas analizadas durante el interrogatorio fue una de 139.000 euros, emitida el 4 de junio de 2010, correspondiente a la “selección y digitalización de jugadas del Mundial de Sudáfrica”. El aspecto más llamativo es que el torneo aún no había comenzado en la fecha de emisión.
“Tal vez se tratara de un trabajo de scouting, pero lo desconozco”, señaló Laporta, quien remitió cualquier aclaración adicional al responsable de la factura.
El Caso Negreira investiga pagos realizados por el FC Barcelona entre 2001 y 2018 a empresas relacionadas con el exdirigente arbitral, por un importe total que supera los 7 millones de euros. Mientras el club defiende que se trataba de servicios de asesoramiento deportivo, la Fiscalía considera que podrían haber tenido una finalidad distinta.
Laporta reiteró ante la jueza que nunca existió intención de influir en los árbitros y defendió que todas las contrataciones se realizaron “dentro de la legalidad”.













