Los dos hombres acusados del ataque antisemita en la playa de Bondi, que dejó 15 muertos la semana pasada, grabaron un vídeo expresando su repudio a los «sionistas» y practicaron tácticas de disparo en un campo australiano días antes del ataque, según documentos judiciales divulgados por la policía este lunes.
Sajid Akram y su hijo Naveed, presuntos autores del tiroteo ocurrido el 14 de diciembre durante la celebración de Janucá, también habrían realizado un viaje de «reconocimiento» a la playa donde perpetraron el ataque, considerado uno de los más mortíferos en décadas en Australia.
El archivo encontrado en el teléfono de uno de los acusados muestra a ambos frente a una bandera del Estado Islámico, recitando pasajes del Corán y hablando sobre sus motivaciones para el ataque. Las autoridades sostienen que estos preparativos reflejan un plan meticuloso inspirado por ideologías yihadistas.
Poco antes, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, reafirmó su compromiso de impulsar leyes más estrictas contra el extremismo y el discurso de odio. «No vamos a permitir que los terroristas inspirados por el IS dividan nuestra sociedad», declaró Albanese.
En Nueva Gales del Sur, el gobierno estatal presentó reformas que buscan limitar la tenencia de armas, prohibir símbolos terroristas y regular protestas tras incidentes violentos. La nueva normativa permitirá, por ejemplo, restringir a cuatro el número de armas por persona y prohibir el despliegue de banderas del Estado Islámico.
Durante el ataque, Sajid Akram, de 50 años y nacionalidad india, murió a manos de la policía, mientras que su hijo Naveed, de 24 años y nacionalidad australiana, sobrevivió y enfrenta múltiples cargos, incluidos 15 asesinatos y terrorismo.
El país guardó un minuto de silencio el domingo pasado, exactamente una semana después de los primeros disparos, en memoria de las víctimas de este ataque que ha conmocionado a Australia y al mundo.















