Víctor Ábalos, hijo mayor del exministro de Transportes José Luis Ábalos, ha negado de forma tajante ser el testaferro de su padre o haber cobrado comisiones ilegales en Colombia, tal como investiga la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el marco del denominado caso Koldo. En declaraciones, ha asegurado: “No tengo dinero en Colombia, nunca he cobrado comisiones y no soy el testaferro de mi padre. Me han destrozado la vida”.
Ábalos, que declaró como testigo ante el Tribunal Supremo, defiende que su actividad profesional en Colombia se limita a labores de consultoría para distintas empresas. Según detalla, trabaja con una estructura mínima, cobra una tarifa fija inicial y, posteriormente, una comisión de éxito pactada en función de los resultados. “El dinero que he ganado ha sido de manera lícita, fruto de mis consultorías”, afirma.
Sobre los 20.000 euros que transfirió a su padre, explica que se trató de un préstamo para ayudarle en un momento de dificultad económica. Indica que primero le envió 5.000 euros y más tarde otros 15.000, procedentes de su cuenta personal. Añade que el préstamo fue elevado a público y que puede justificar su origen: “¿Por qué dice la UCO que el dinero es de dudosa procedencia si salió de mi cuenta, fruto de mi trabajo?”, cuestiona.
Víctor Ábalos asegura que nunca ha utilizado la influencia de su padre, exministro y exsecretario de Organización del PSOE, para beneficiarse profesionalmente: “Nunca he necesitado a mi padre para nada. Con 27 años ya me compré mi casa porque me iba fenomenal”.
También relata haber rechazado intentos de soborno en los años en que su padre ocupaba puestos de relevancia política. Afirma que en más de una ocasión trataron de entregarle dinero en efectivo o de ganarse su favor ofreciéndole distinciones y ventajas, algo que dice haber rechazado de forma sistemática.
En relación con posibles mensajes en clave sobre dinero, sostiene que las referencias al “café de Colombia” en sus conversaciones eran literales y no encubrían ninguna operación irregular. “Koldo García es un enfermo del café y siempre me pedía que le trajera cuando viajaba. Tengo las facturas que lo demuestran”, señala, restando importancia a la presunta relación con el exasesor de su padre y con Patricia Uriz, a quien asegura haber contratado brevemente para tareas logísticas sin que la relación laboral tuviera continuidad.
Ábalos considera que tanto él como su hermana están siendo utilizados como “daño colateral” para presionar a su padre y afirma que esta situación ha afectado gravemente a sus vidas personales y profesionales. Pese a ello, dice estar dispuesto a defender su inocencia hasta el final, incluso en el caso de que llegue a ser imputado formalmente.












