El presidente culé volvió a atacar a su rival con un discurso de confrontación democrática que se ve socavado por los pagos al exvicepresidente arbitral, las «palancas» validadas por La Liga y una medida cautelar inédita del Gobierno en el ‘Caso Dani Olmo’.
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha vuelto a recurrir a la retórica populista para cargar contra el Real Madrid, al que acusó de encarnar el «poder», mientras que su club representa la «libertad» y la «democracia». Laporta reactivó el discurso de la contraposición ideológica, haciendo alusión al franquismo y al supuesto poder en el palco del Santiago Bernabéu.
«No sé si se hacen negocios en el palco del Bernabéu. Hay poder. Aquí es otra historia, estamos más por la democracia y la libertad», declaró Laporta, si bien reconoció una «relación correcta y cordial» con Florentino Pérez.
Sin embargo, el discurso de Laporta choca frontalmente con los graves escándalos y las controversias que han salpicado al club azulgrana, especialmente durante su gestión y en etapas anteriores que él mismo defiende.
Las tres «Libertades» que cuestionan su discurso
- El «Caso Negreira»: La «libertad» de pagar a los árbitros. El mayor escándalo en la historia reciente del fútbol español, que engloba varias presidencias, se refiere a los pagos millonarios realizados por el Barcelona durante 17 años al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira. Si bien el caso sigue bajo investigación, la realidad de que el club estuviera pagando al número dos del estamento arbitral es un hecho que desmantela cualquier pretensión de superioridad moral o «libertad» en la competición.
- Los «Favores» de la Liga y las palancas. Durante los últimos años, el Barcelona ha gozado de una notable manga ancha por parte de La Liga de Javier Tebas para sortear las normas del Fair Play Financiero. Este trato, que incluyó la gestión de inscripciones y el visto bueno a complejas operaciones de venta de activos («palancas») —a menudo con dinero que «venía y se iba» o nunca llegaba—, permitió al club inscribir jugadores cuando su situación económica y normativa no era la apta.
- La Cautelar del Gobierno en el ‘Caso Dani Olmo’. Otra «libertad» cuestionable fue el «enorme favor» recibido por parte del actual Gobierno de España. El pasado 31 de diciembre, el Barça fue incapaz de inscribir al jugador Dani Olmo en tiempo y forma, lo que le inhabilitaba para jugar. De manera inédita, el Consejo Superior de Deportes (CSD), dependiente del Gobierno, intervino con una medida cautelar para permitir que Olmo pudiera jugar, evitando así una posible multa millonaria al club catalán.
El contraste entre el discurso de Laporta, que se autoproclama defensor de la «libertad» y la «democracia», y la sombra de los pagos a árbitros, la flexibilidad regulatoria y las intervenciones gubernamentales en su favor, deja un amplio espacio a la crítica y el escepticismo sobre la verdadera ética del club que dice representar.














