El camino hacia el retiro laboral se vuelve un poco más largo para quienes planean dejar de trabajar antes de la edad legal ordinaria. En 2026, la normativa endurece los requisitos para solicitar la jubilación anticipada voluntaria, retrasando la edad mínima respecto a lo exigido en 2025. Este ajuste, que forma parte de la reforma progresiva de las pensiones, ha pillado desprevenidos a muchos trabajadores veteranos que ahora ven cómo sus planes de descanso se posponen por un cambio en el calendario legal.
El cambio para 2026: Un nuevo requisito de edad
Muchos trabajadores que ya tenían marcada su fecha de retiro en el calendario se han visto sorprendidos por el endurecimiento de las condiciones. Según establece la ley, la edad mínima para beneficiarse del privilegio de la jubilación anticipada en 2026 queda fijada en los 64 años y 10 meses.
Este incremento supone un retraso de dos meses respecto a 2025, año en el que la referencia estaba situada en los 64 años y 8 meses. Aunque el aumento es progresivo y responde a la reforma para garantizar la sostenibilidad del sistema, para quienes están en el tramo final de su carrera, cualquier demora se vive como un «jarro de agua fría».
Requisitos y penalizaciones de por vida
Solicitar la jubilación antes de la edad legal ordinaria no solo requiere cumplir con este nuevo listón de edad, sino también asumir un coste económico directo. La ley impone penalizaciones en forma de coeficientes reductores que disminuyen la cuantía de la pensión mensual de forma permanente.
Estos recortes se calculan en función de dos factores fundamentales:
- Años cotizados: Una carrera de cotización más larga ayuda a amortiguar la penalización.
- Meses de adelanto: La reducción puede ser considerable dependiendo de cuánto se adelante el retiro respecto a la edad ordinaria.
Inquietud ante la hoja de ruta del Gobierno
Este ajuste responde al calendario marcado por la reforma de las pensiones, que busca alargar la vida laboral de los ciudadanos. A pesar de ser una medida planificada, sigue generando dudas e inquietud entre los empleados que deben hacer números para comprobar si el adelanto de su jubilación compensa la pérdida de ingresos de por vida.
















