El Presidente de Vox Visitó el Monasterio Antes de Arremeter Contra el PP por «Estafar a los Españoles» y a Pedro Sánchez por la Corrupción que Cerca al PSOE.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha iniciado la última semana de precampaña para las elecciones de Extremadura con un acto que combina la retórica política dura y los gestos de profunda carga católica y nacionalista.
Antes de su segunda declaración política del día en la localidad de Trujillo, el líder de la formación se detuvo en el Monasterio de Guadalupe para encomendarse a la Virgen de Guadalupe de cara a los comicios del próximo domingo 21 de diciembre. Acompañado por el candidato de Vox en Extremadura, Óscar Fernández, Abascal se arrodilló y rezó ante la imagen de la Virgen, siguiendo una estrategia que ya le llevó a Covadonga el pasado domingo.
La «Conquista de la Nueva España»
Tras la visita al templo, Abascal se centró en la política, valorando la reciente manifestación de Madrid contra la corrupción y la «manzana podrida» de Pedro Sánchez.
El líder de Vox afirmó que la «conquista de la nueva España que está por venir» ha comenzado en Extremadura, una «cruzada» que enmarca en la defensa de la hispanidad y de la que los extremeños serán protagonistas al tomar la papeleta.
Dardos contra el Partido Popular
En sus declaraciones previas a su acto en Trujillo, Abascal cargó con dureza no solo contra el PSOE, sino también contra el PP, a quienes acusó de «estafar a los españoles» con movilizaciones que, según él, «solo sirven para enarbolar nuestras banderas pero no para echar a Sánchez a la calle».
El discurso de Vox en la recta final de la precampaña de Extremadura se centrará en entrelazar al bipartidismo sin diferencias, mientras utiliza enclaves con gran carga simbólica, como Guadalupe, como pieza fundamental de su mensaje.












